|Narrador Omnipresente|
Con el corazón latiendo a mil por hora después de haber corrido sin parar.
No es para menos, pues ver a la persona que alguna vez te juró protegerte en los brazos de otra, y decirle que tu sólo eras una adquisición que servía para recolectar los fragmentos de una perla que fragmentas tos por proteger a un pequeño.- no merezco esto.....- murmura dolida - ¡¡eres un imbécil Inuyasha!! - grita la azabache para luego lanzarse al suelo y dejar fluir con libertad las lágrimas.
Esa azabache era nada más y nada menos, que Kagome Higurashi,la pequeña miko que venía del futuro.
¿Qué le había pasado para que corriera y terminará llorando?
La causa tiene nombre y es: Inuyasha.
~Flash Back~
Después de despedirse de su familia, se dirigió al pozo que la conectaba a la época de guerras. En su espalda llevaba su conocida mochila amarilla. En ella llevaba cosas para sus amigos como: Dulces para Shippo, comidas hechas por su madre para sus amigos y la anciana Kaede y las sopas instantáneas para Inuyasha.
Cuando brinco dentro del pozo y fue rodeada por la luz morada y pura se dejó abaratar por ella. Cerró sus ojos y a su mente unos ojos dorados la invadieron.
Pero se sorprendió al notar que no eran los ojos del hanyou, estos eran fríos pero a la vez cálidos.- Sesshomaru - susurro
El Daiyoukai tenía tiempo inundado sus pensamientos. Cuando lo conoció debía admitir que era como ver a dios.
Tan bello y tan poderoso.
Sus ojos fríos que ocultaban muchas cosas y, que ella quería conocer que se ocultaba tras ese muro que el creaba.Cuando el canto de las aves escuchó salió de la ensoñación. Miro hacia el cielo y lo vio tan limpio y puro, tan distinto de su época.
Sujetándose de la enredadera comenzó a subir.
Una vez que había logrado salir se sentó en la orilla del pozo y se dedicó a escuchar el canto de las aves, su alma está tranquila. Suspiro y emprendió rumbo hacia la aldea.
Cuando llegó los aldeanos la recibían con sonrisas y saludos amistosos.
Todos la querían, su amabilidad era tanta que atraía a cualquiera, su aura tan pura les brindaba tranquilidad.Cuando vio la cabaña de la anciana siento la presencia de todos sus amigos, todos menos, Inuyasha.
Se adentró y saludo a todos con una sonrisa.
- hola chicos
- hola Kagome - saludó su amiga
- qué bueno que regresó señorita Kagome - dijo el monje con una sonrisa.
- ¿dónde están Shippo e Inuyasha? - preguntó mientras sacaba las cosas de su mochila.
- Shippo fue a ver unas cosas para seguir entrenando e Inuyasha...él pues, no lo sabemos - dijo Sango
Kagome lo entendió. Estaba con ella.
Se colocó de pie y salió. Antes de irse se giró a sus amigos y sonrió, aunque su sonrisa no alcanzaba sus ojos.
- iré a dar un paseo. - dijo antes de salir.
Sus amigos sonrieron tristes.
"Maldito Inuyasha" maldijo la taijiya.
Kagome caminó absorta, pensando en el hanyou. Con cada paso ella se acerca dónde estaban dos personas que se profesaban su amor.
- ¿Me amas, Inuyasha, y no a mi copia? - escucho la voz de su antecesora.

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Marca |Terminada|
FanfictionPor una desilucion, Kagome termina en los brazos del frió Daiyoukai. Ambos se entregaran a la pasión, uniendo sus vidas, dejando que el amor los consuma. |Horrible sinopsis, pero por votación, esta historia sera extendida|