Marca IV |Final|

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Marca IV

|Narrador Omnipresente|

Ya han pasado tres años desde que ambos están juntos, tantas cosas sucedieron en ese tiempo. Tanto buenas como malas, los celos de parte de un youkai eran motivo de muchas peleas, y no era para menos, pues su amada no solo era la miko más poderosa y hermosa del Sengoku, sino también una inu-youkai de raza pura y hermosa, quien la conocía no podía evitar caer en su encanto. Era la envidia de todas las demonesas de la corte, todos los youkai de la alta sociedad no dejaban de hablar de la hermosa inu-youkai, la lady de las tierras del Oeste, la mujer del más poderoso Daiyoukai que haya existido.

- ¡Takeshi! –se escuchó el grito feminino. Aquella mujer era Irazue Taisho, pues a pesar de que Inu no Taisho la haya engañado, ella ante la ley Youkai era y siempre seria la mujer del poderoso general perro. La mujer buscaba a su pequeño nieto de 3 años, el cual era muy imperativo y le gustaba esconderse de sus cuidadoras. Agradecía que su hijo y su nuera estuvieran fuera por asuntos de las tierras. - ¡Takeshi Taisho, sino vienes en este instante no habrá ankos! –exclamó la albina y en un santiamén, una cabellera de cabello negro como la noche y unos ojos dorados como los de su padre.

- Lo siento abuela –dijo el pequeño demonio con su mirada hacia el suelo.

La albina sonrió tomo a su nieto en brazos. Ella adoraba a su único nieto, aunque tenía la esperanza de que su hijo e hija en ley concibieran un heredero más y si fuera hembra mucho mejor. Caminó con el pequeño en brazos hacia el jardín, los guardias y sirvientes del palacio los veian caminar, el pequeño príncipe, aunque fuera un dolor de cabeza en ocasiones, era el mayor tesoro de las tierras al igual que su madre, Lady Kagome, ambos eran amados y atesorados por su pueblo y el lord Sesshomaru. Nadie podía creer que Irazue Taisho aceptara a una human, más bien, una ex humana como pareja de su único hijo. Pero la bondad y la fortaleza de la chica convencieron a la fría mujer.

- Abuela. –Irazue lo miro. -¿Cómo era el abuelo Touga? –aquella pregunta la descoloco, desde aquella vez en que conoció a la pequeña protegida de su hijo, volvió a mencionar o pensar a su difunto esposo. Suspiro y se sentó bajo la sombra de un árbol con el pequeño en su regazo.

- El abuelo era el demonio Inu más fuerte, era temido y respetado por todos, para serte honesta cariño, yo amaba demasiado a tu abuelo. Cuando tu padre nació me sentí la mujer más dichosa, pero tu abuelo se enamoró de una humana... -Irazue fue interrumpida por su nieto.

- La madre de tío Inuyasha

Aunque la mención de aquel hayou le era aún molesto, trataba de tolerarlo. –si cariño, su nombre era Izayoi era una princesa de una aldea de nuestro territorio. –continuo. –Tu abuelo se sacrificó para salvarla a ella y a su hijo que había nacido.

Aquel día jamás lo olvidaría. Aquel día donde juro odiar aún más a la raza humana y a los híbridos. El día en que cerró su corazón.

- El abuelo fue un tonto, tú eres mucho más bonita que la mujer de las pinturas. –el pequeño se aferró al pecho de su abuela e Irazue la abrazo y beso su cabeza. Al alzar la mirada vio a su hijo e hija, quienes la veían con admiración.

- Mira, papa y mama ya han regresado. –el niño se zafó del agarre y corrió a los brazos de su madre. Kagome lo abrazo y luego se acercó a su madre en ley.

- Eres una excelente mujer, y debemos darte una noticia... -Kagome y Sesshomaru se miraron. –serás abuela y será hembra, decidimos que tu escogieras el nombre. –Irazue derramo lágrimas con una sonrisa en su rostro. La albina abrazo a su hija y le agradeció a su hijo.

Le agradecía a la vida por que aquella chica llegara a la vida de su hijo.

Kagome y Sesshomaru estaban felices con la noticia, el reino estaba más que alegre por la llegada de una nueva heredera, Sesshomaru se hacia la idea de que su hija sería una belleza como su madre y su abuela, debía estar preparado para la enormes filas de machos que intentarían cortejarla, pero por ahora, solo se preocuparía por que creciera rodeada de amor. Que fuera feliz con ellos como familia.

La vida les había sonreído, todo era perfecto.

Inuyasha era feliz junto a Kikyo, que en esos tres años habían formado una familia. Tenían una hija de dos años llamada "Kurumi" y un niño de un año llamado "Yuri".

Shippo se había casado con Souten y tenían tres hijos, unas gemilas llamadas "Akari y Hikari" y un pequeño llamado "Maten" en honor al tio de Souten.

Sango y Miroku eran felices con sus tres hijos.

Kohaku se había casado con la pequeña Rin y tenían un pequeño hijo de un año, llamado "Ryuto"

Koga y Ayame se habían casado y tenían un hijo llamado "Tsukumo" de tres años y medio.

Aunque debían aceptarlo, tenían sus problemas como cualquier persona, pero sabrían enfrentarlos y superarlos junto a sus familias.

El amores una fuerza muy poderosa, una que causa dolor y sufrimiento, pero que tambiénpuede causar alegrías y memoria inolvidable e imborrable.

FIN.

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Es el final de esta pequeña historia, espero y haya sido de su agrado.

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