Narras Tu:
Blanco.
Las luces me cegaban de sobre manera, y, el blanco techo tampoco ayudaba. Respiré hondo y noté el aire volverse caliente contra la piel de mi rostro y barbilla. Miré hacia abajo y el plástico se empañó. Moví con pereza mi mano hacia la mascarilla de oxígeno y la retiré, respirando el aire de la cerrada habitación. ¿Donde estaba?
Miré mis manos y las agujas apenas se incrustaban en mis venas.
Los múltiples Beep de la maquina a mi derecha me indicaban cuan viva estaba.
¿Cuanto había estado durmiendo?
El aire puro en la habitación se mezclaba con el aroma a lejía y el alcohol.
Estiré mi mano una vez más y apreté el botón rojo en la cabecera de la cama.
Miré hacia la ventana de la habitación y suspiré. Busqué en mis memorias y me encontré con un montón de sentimientos superpuestos, unos sobre otros. La tristeza y la soledad parecían inundarme una vez más. La carta y cada una de sus palabras...
Los ojos se me llenaron de lágrimas y el dolor se enterró en lo profundo de mis entrañas una vez más. Un profundo dolor de estómago me recordó muy bien lo que había hecho aquella noche.
La puerta de la habitación se abrió de par en par y la vestimenta color blanco me dejó tan deslumbrada como lo había hecho la habitación...
-Señorita, ¿Hace mucho que despertó?- preguntó y no pude ver su rostro hasta que estuvo a un metro de distancia a mi camilla...
De ojos castaños y sumamente rasgados, nariz pequeña y delicada, mejillas regordetas, labios mullidos y cabello oscuro.
Parecía haber escapado de una producción de fotos, de una telenovela, de una revista e incluso, de un escenario. Sin embargo, allí estaba, vestido de blanco. Los pantalones negros a penas aparecían bajo la bata, por que claro, le quedaba un poco grande. Apenas aparecían sus manos bajo las mangas
-Solo hace unos minutos...- respondí y aquel par de perlas chocolate, miraron las mías antes de sonreir.
Podría jurar que el mundo se detuvo cuando sus labios se curvaron.
-Soy Park Jimin, su doctor. ¿Recuerda por qué esta aquí?- preguntó, tendiendome la mano.
Tenía las manos pequeñas y regordetas...
¿De verdad era doctor o simplemente era un niño jugando a ser doctor?
-Si... Lo-lo recuerdo...- respondí y apreté su mano con cordialidad.
-¿Cómo se siente con respecto a ese episodio?- preguntó, esta vez, dejando su mirada en la mia. No había pena o dolor, no había lástima en sus ojos, algo que me tranquilizó.
-¿Cómo quiere que me sienta doctor?- pregunté esta vez, intentando serenarme de alguna manera.
El joven doctor suspiró, dejando de escribir en la planilla de mi expediente, miró la pequeña bolsa de suero que se conectaba a mi brazo y luego volvió a mirarme.
-¿Quiere hablarme con respecto a eso que la atormenta?-
Su voz era conciliadora, de esas voces que podían llevarte de un extremo a otro, del llanto a la risa... Parecía ser un buen chico, con un gran corazón, su mirada me lo decía... más, sin embargo, yo no era capaz de confiar en nada y en nadie.
Ante mi silencio, él se sonrió y dejó la planilla a los pies de la cama.
-Tomaré eso como un no, Señorita _______________, volveré a la noche para ver como se encuentra, mientras tanto, a cualquier inconveniente, las enfermeras se encargarán de usted. Tenga un lindo día...- dijo antes de encaminarse a la salida.
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Twoshot ~ "Siempre a tu lado" (Jimin x Fan)---
Fanfiction--------------------------------------------------------------------------------------------------------- Su compañía era agradable, demasiado agradable. Miré la mesa de luz a mi lado y sobre ella, el causante de mi colapso. La invitación color blan...