Guillermo Díaz
Después de disfrutar una velada muy placentera con el señor Batuecas, estoy en cama no más de una hora cuando recibo una llamada de mi mano derecha en la plantación Cáliz. Inmediatamente me incorporo, sabiendo que algo serio ha pasado si él me está llamando a esta hora.
— Brandon ¿qué ha ocurrido?
—Siento despertarte a ésta hora, Guillermo, pero hubo un incendio en Cáliz esta noche. Ahora está bajo control, pero hay daños en el lado sur.
Cáliz es mi plantación favorita. Mi padre lo compró cuando yo estaba pequeño y pasé un montón de tiempo cuando era niño con los trabajadores, quienes ahora eran mis empleados. Como tales, son casi como mi familia y su seguridad era prioridad.
—¿Hubo algún herido?
—Ningún herido.
Gracias a Dios nadie estaba herido.
—¿Ya han calculado los daños?
—Es difícil hacerlo ahora porque aún está oscuro, pero parece ser mínimo.
Tuvimos suerte de descubrirlo cuando lo hicimos. John se despertó y vio el resplandor desde su ventana. —Ayudaba que las plantas estuvieran aún verdes y también la humedad que había de la lluvia que habíamos tenido hace dos días. Al menos teníamos eso a nuestro favor.
—¿Podrías decirme cómo es que comenzó?
—El Jefe de Bomberos regresará en la mañana para inspeccionar, pero nos comentó que tiene razones para creer que fue provocado. Dijo que sería capaz de darnos una respuesta definitiva mañana.
¿Provocado? Eso no es bueno.
Llamé a Daniel para dejarle saber que estaría yendo a Madrid dentro de una hora.
No tengo el número de Sam, pero necesito hacerle saber acerca del cambio de planes. Voy a mi biblioteca y tomo el teléfono que ya había escogido darle.
Escribo una nota rápida y la meto en el paquete.
Mi siguiente llamada es a mi asistente personal, Jonathan.
—Es Guillermo. Siento llamar a esta hora, pero tengo un trabajo para ti que debe hacerse a primera hora en la mañana. Cuando vengas a mi oficina, vas a encontrar una pequeña caja en mi escritorio. Necesito que la entregues al destinatario a las 8 de la mañana y ni un minuto después. Es personal y muy importante para mí.
—Por supuesto, señor. A más tardar a las ocho.
Hay poco o nada de tráfico en la carretera, así que manejo mi Coupe Fisker
Karma convertible negro más rápido de lo que debería correr hacia Cáliz. El hombre de negocios en mí debería manejar para pensar acerca de cómo manejaría el problema de Cáliz, pero tenía algo más en mi mente. Este algo más tenía cabello color café, grandes ojos marrón y un cuerpo que me hacía difícil el sólo pensar acerca de él.
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Desconocidos / Fanfic Wigetta
FanfictionEstuvieron de acuerdo que fueran tres meses... pero su amor no conoció límites. Guillermo Diaz es un magnate de la produccion de café y fácilmente uno de los solteros más codiciados de España. Su éxito y la riqueza no lo hacen ajeno a las complicaci...