Segundo Capítulo: Ese día Parte II

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-Nos vemos más tarde- Dije. Tenía que llegar rápido si no quería perderme el primer día de clases.

Salí corriendo de casa para alcanzar a tomar el bus. Mientras corría me encontré con ella, mi nueva vecina. Ella también corría para alcanzar a tomar el bus al parecer. Su recuerdo de como se desvestía se mantuvo en mi cabeza hasta que llegamos a la parada de buses. Ahí ella se percató de mi precensia, pero no dijo una palabra. Yo, por otro lado, me sentía demasiado avergonzado como para iniciar una conversación.
Hubo silencio, un profundo silencio. Ella también iba a la escuela, pero su chaleco era de un color diferente al mió, así que pensé que no nos encontraríamos en la escuela. Pero tampoco quise mirar el chaleco para verificar de qué escuela era, ya que solo mirarla me hacía recordar ese momento. Hasta que llegó el bus, no le dirigí la mirada. Subimos al bus, pero cabe la maldita casualidad que solo habían dos asientos disponibles, uno al lado del otro.
Nos sentamos, como ella subió primero, se sentó al lado de la ventana y yo al lado del pasillo.
-Malditas situaciones cliché- Susurré... pero al parecer me escuchó
- Si, es como si todo estuviera...- Dijo con voz dulce, pero al mismo tiempo nerviosa.
Su voz era linda también, no pude evitar dirigirle la mirada, su rostro era hermoso, tenía unos ojos verde esmeralda y su expresión facial era de puros nervios. Parecía que le molestaba mi presencia.

-S... soy Catherina, ¿y tu?- Dijo con una sonrisa forzada

-¿Yo?- Me puse nervioso como nunca- yo s.. so.. soy Andrew, Andrew Falls.

-Ah, eres hijo de la señora Falls- Su expresión de nervios no cambiaba, sin embargo, era tan linda...

-S..si, lo soy.- Respondí.

-Ya veo- Su expresión por fin cambió a calma- Entonces, eso quiere decir... ¿que eres mi nuevo vecino?-

-Si, de echo hoy te he visto cua...- ¡Mierd*! Metí la pata

-¿Me has visto cuándo?- Sospechó

-D.. digo... te vi cuando veníamos corriendo a tomar el bus- Bien pensado.

-¿En serio? Perdón, no te vi hasta que llegamos a la parada de buses.

- Descuida, te veías alterada por llegar tarde.

-¿Cómo sabes eso?

-...

¡Lo volvi a hacer! Maldición, ¿Qué le digo ahora?

-Ah, si. Pues porque sino no estarías corriendo igual que yo.-Bien pensado Drew.

-Tienes razón. La verdad es que hoy me dormí y me asusté pensando en que podría llegar tarde al primer día de clases.-

-Aah, ¿También es tu primer día de clases?- Pregunté.

-Si, pero deberías saberlo. Vamos a la misma escuela.

-Si si.... ¿¡QUÉ!?

Me enseñó el logo de su chaleco, y efectivamente era el mismo que el mío.

-¿Ves? Somos de la misma escuela, solo que el chaleco de las mujeres es de otro color.

-Ya... entiendo...- Cada vez me sentía más nervioso. Y resulta que ahora Catherina va en la misma escuela que yo.

-Espero que lleguemos pronto, estoy ansiosa porque empiece el año. La verdad es que es mi primer día en esta escuela también.- Sonrió.

La miré a los ojos, sonreí y acentí con la cabeza para demostrar que esperaba lo mismo.

Cuando llegamos observé el campus. Era mucho más grande que el de mi vieja escuela, había mucha gente en él. Me puse más nervioso.
Al bajar del bus, me di cuenta de que Catherina y yo no eramos los únicos de la escuela arriba. Habían por lo menos tres más. Uno de ellos se quedó mirandonos y sentí un escalofrío en la espalda. -¿Sucede algo?- Preguntó Catherina. -Nada nada- respondí. Aunque claramente algo me inquietaba. La presencia de el tipo que nos quedó mirando me molestaba. -Vamos, rápido.-

DrewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora