Un día más

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El sol salió, para dar comienzo a un nuevo día.El despertador sonó a las siete y media de la mañana, ese estúpido ruido que me despierta cada día para decirme que empieza un horrible día más, un día corriente, un día como siempre, un día de sufrimiento...
Ese día, aparte del despertador, me despertó el aire que se colaba por la grietas de mi apartamento.
Me levanté un poco desanimada pero ví una fotografía, en mi mesita de noche al lado de mi maldito despertador, en la que estábamos yo y mi abuela (recién fallecida hace unos meses) en mi parque preferido tomándonos un helado, el suyo era de fresa (su sabor de helado favorito) y el mío era de avellanas (también mi sabor favorito, que hacía que me olvidará de todo y que me alzaba hacia las nubes).Me encanta esa foto.
Fui corriendo hacia la cocina, porque estaba hambrienta y me tomé mis famosas tortitas quemadas con sirope de fresa, mi café con leche merengada y mi zumo de naranja recién exprimido para empezar bien, bueno todo lo bien que se podía empezar un día con lluvia, viento, truenos...Me tomé el desayuno corriendo junto a mi perro Toby, la cosa más mona del mundo era el mejor buldog que podías conocer, blanco con manchas marrones y unos maravillosos ojos negros que resplandecían cada vez que me miraba.
Una vez que terminé, me lavé los dientes con mi pasta dental sabor menta y mi cepillo eléctrico rosa en el baño de la planta de arriba, donde también se encontraba mi habitación y una sala donde guardaba todos mis libro desde que tenía unos cinco años. Después me fui como una bala directa a mi habitación donde me vestí con mi uniforme de trabajo, era una falda marrón clarito con una camiseta de tirantes blanca en la que ponía Salchichas Mil (el nombre del restaurante en el que trabajaba desde hacía unos dos meses) y debajo había una salchicha con ketchup y mostaza, nuestra especialidad.
Una vez había cojido mi bolso con las llaves, mi comida y como no olvidar mi móvil. Salí de mi apartamento, me dirigí a mi coche blanco que estaba aparcado en frente y comencé a hacer lo que hacía todos los días, cogí la autovía hacia la ciudad, esquivé los coches (por casi me choco con un motorista que estaba desorientado), llegué al centro de la ciudad y divisé mi otra casa "Salchichas Mil". Aparque en el parking para empleados y me dirigí a la barra, después de pasar por el despacho de mi jefe para que me diera unas vacaciones (me dijo que sii).Empecé a trabajar...
Sólo eran la una y media de la mañana(la hora de comer para los trabajadores), cuando escuché un coche pitar. Salí corriendo para ver que pasaba y me encontré a la policía con un montón de gente alrededor preguntando que había pasado, me acerqué y vi que mi coche no estaba (se me paró el corazón). Escuché decir al agente que unos ladrones con vestimenta rosa habían robado un coche blanco con dos mariposas en la puerta del conductor, entonces, ahí si que se me paró el corazón y entré en un círculo de angustia en el que comencé a verlo todo borroso, me desplomé al suelo...

Cierra tus ojos marronesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora