Dani y Blanca estaban dando un paseo por Cué, para hacer tiempo hasta las cuatro, que era la hora en la que la abuela de Blanca cerraba su bar, el "As de Copas". Era junio, así que el ambiente estaba bastante animado porque eran las fiestas del pueblo. Los niños habían confeccionado unas preciosas alfombras de flores para la ocasión, que adornaban las calles de la localidad. Desde luego, cosas así Dani Velarde no las veía en León. De pronto, Dani notó como Blanca le golpeaba leve, pero repetidamente el codo.
-Oye, Dani. ¿Quién será ese chico tan raro de allí? -preguntó la joven, señalando a un chico que sería de su misma edad, pero que vestía una gabardina y un sombrero negros y que, Además, portaba un maletín.
-No tengo ni idea -respondió Dani-. Averigüémoslo.
El joven leonés se acercó rápidamente hasta aquel chico con Blanca tras de él.
-¡Hola! Me llamo Dani y esta es mi amiga Blanca. ¿Tú cómo te llamas?
Aquel chico se quitó el sombrero e hizo una reverencia:
-Soy Xavier Cabrita, pero podéis llamarme Xavi, encantado.
Dani y Blanca se miraron y sonrieron, tratando de aguantar la risa ante todo lo extraño de aquel muchacho:
-¿Cabrita? Es un apellido... curioso, cuanto menos.- dijo Dani.
La expresión de aquel chico se tornó triste y algo molesta.
-Ya lo sé. La gente suele burlarse de mí por mi apellido.
A Dani se le borró la sonrisa de la cara de inmediato.
-Oye, lo siento. No era nuestra intención reírnos. Es solo que tu apellido me ha sonado, no sé, gracioso. Pero, en fin, Cabrita al menos es un apellido normal. Quiero decir que sabes lo que significa con tan solo oírlo. Todo el mundo puede imaginarse qué es una cabrita. Fíjate en el mío, en cambio: Velarde. ¿Qué narices es un velarde? ¿Tú lo sabes? Porque yo no.
Xavi comenzó a sonreír de nuevo.
-Y luego están los nombres -empezó Blanca-. Como verás, yo tengo la piel muy blanquita. Y soy así desde que nací. Bueno pues a mis padres se les ocurrió la graciosa idea de llamarme "Blanca". No sabes el cachondeo que he tenido que aguantar en mi vida por la gracia.
-Sí, la verdad es que ahí tus padres se lucieron -comentó Dani, entre risas. Blanca, algo molesta, le dio un golpe en el hombro. Mientras se lo frotaba, Dani añadió: -Sin embargo, también te diré que a Blancanieves la llamaron así porque, al igual que tú, tenía la piel blanca como la nieve y toda la historia de su cuento gira entorno a que ella era la más bella del reino -Blanca se puso bastante colorada al escuchar aquello-. El tema es que nadie elige su nombre,así que no hagas caso a los que se burlen del tuyo- le aconsejó finalmente Dani al chico del sombrero.
-¡Vale!-dijo Xavi muy contento.
-Oye, no me suenas, Xavi. No eres de por aquí, ¿verdad? -le preguntó Blanca. Xavi negó con la cabeza.
-Soy de una pequeña ciudad llamada Brita -dijo.
-Pues, si quieres, vente con nosotros, que este es mi pueblo y me da igual enseñárselo a una persona que a dos.- sugirió la joven.
-¡Es una gran idea!- exclamó Dani.
-Vamos pues -accedió Xavi y los tres muchachos comenzaron a caminar juntos por las calles de Cué.
-Entonces, ¿tú tampoco eres de aquí, Dani?- preguntó Xavi.
-Na. Yo soy de León, aunque tengo ascendencia asturiana, de Oviedo para ser más exactos, pero mi familia lleva tres generaciones en León.
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Dani Velarde y El Aprendiz de Nuberu
FantasíaDani Velarde es un joven leonés que decide pasar las vacaciones de verano con su amiga Blanca en Cué, Asturias. Allí Dani, Blanca y sus amigos vivirán una serie de aventuras relacionadas con el folclore y con la mitología locales. Esta es la primera...