HyukJae creció con lecciones. Lecciones marcadas más allá de la piel. Hasta el alma.
Tiene vagos recuerdos de una infancia llena de enseñanzas.
— ¡HyukJae, qué te he dicho sobre besar de esa forma a tu primo! -Había gritado su madre.
Y HyukJae pronunció un "lo siento, mami" quebradizo; aunque realmente no lo sientiera. Él no veía nada malo en besar las mejillas de Siwon, en treparse a su espalda y abrazarle muy fuerte, en sentir cosquillitas en los pies cuando éste lo tomaba de la mano para pasar la calle o en despedirse con un besito en los labios.
— Ya verás, jovencito. Ya me encargaré yo de que aprendas la lección.
Y vaya que su madre ponía empeño en hacerle entender. Hay fantasmas de cicatrices en su espalda de lo bien que aprendía.
— ¡Appa!
— ¡Mi pequeñito! Quiero presentarte a alguien... él es JungHee
— Es igual a ti - dijo ese tal JungHee acariciando la mejilla de su padre con tanto cariño que HyukJae deseó alguna vez tener "un" alguien que lo mirara y tocará de esa forma.
Era parecido a la forma en que él quería mostrarle su cariño a su primo Siwon.
— ¿Vamos a ver a JungHee? - preguntó HyukJae.
Resultó que JungHee le caía bien. Era genial. Contaba chistes, veían caricaturas juntos cuando appa les prepara el postre, le daba un won siempre que iban al parque; y al final del día, cuando tenían que volver a casa porque omma los esperaba, JungHee le apretaba las mejillas y repartía un montón de besos... muchos más a su appa.
El appa de HyukJae le hizo una seña para que callara y asintió sonriendo. HyukJae lo imitó con complicidad pero no estaba seguro de porqué tenía que guardar el secreto.
— ¿omma?
Era mitad de la noche. Estaba oscuro para ir a la escuela pero su omma había entrado a la habitación despertándolo de su sueño.
— Ponte un suéter y toma esa maleta, HyukJae.
— ¿Vamos a ver a JungHee?Su madre volteó y lo sujetó muy fuerte por el brazo: - Escúchame bien, HyukJae. Aprende esta lección: las personas como ese JungHee son malas personas. Son maricones, escoria para la sociedad y los ojos de Dios. Deben morir o ocultarse para no mostrar sus aberraciones al mundo - dijo y luego se soltó a llorar consolando a HyukJae (quien no lloraba y no entendía nada ¿cómo alguien como JungHee podría ser tan malo?). Su madre lo abrazó prometiéndole que todo iba a estar bien.
Después de esa noche, HyukJae nunca volvió a ver a su appa ni a JungHee.
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Siete pasos al averno
FanfictionSiete pasos al averno: uno por pereza, uno por gula, dos por envidia e ira, otro por lujuría, y dos más por orgullo y codicia; pero todos y cada uno, por ti -Serie de Drabbles- "Más allá del Cerbero y el Río Aqueronte, las sombras de los difuntos e...