Paso 5: Otro paso a la Ira

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HyukJae creció con lecciones. Lecciones marcadas más allá de la piel. Hasta el alma.


Tiene vagos recuerdos de una infancia llena de enseñanzas.





  —  ¡HyukJae, qué te he dicho sobre besar de esa forma a tu primo! -Había gritado su madre.


Y HyukJae pronunció un "lo siento, mami" quebradizo; aunque realmente no lo sientiera. Él no veía nada malo en besar las mejillas de Siwon, en treparse a su espalda y abrazarle muy fuerte, en sentir cosquillitas en los pies cuando éste lo tomaba de la mano para pasar la calle o en despedirse con un besito en los labios.


  —  Ya verás, jovencito. Ya me encargaré yo de que aprendas la lección.


Y vaya que su madre ponía empeño en hacerle entender. Hay fantasmas de cicatrices en su espalda de lo bien que aprendía.





  —  ¡Appa!
  —  ¡Mi pequeñito! Quiero presentarte a alguien... él es JungHee
  —  Es igual a ti - dijo ese tal JungHee acariciando la mejilla de su padre con tanto cariño que HyukJae deseó alguna vez tener "un" alguien que lo mirara y tocará de esa forma.


Era parecido a la forma en que él quería mostrarle su cariño a su primo Siwon.





  —  ¿Vamos a ver a JungHee? - preguntó HyukJae.

Resultó que JungHee le caía bien. Era genial. Contaba chistes, veían caricaturas juntos cuando appa les prepara el postre, le daba un won siempre que iban al parque; y al final del día, cuando tenían que volver a casa porque omma los esperaba, JungHee le apretaba las mejillas y repartía un montón de besos... muchos más a su appa.

El appa de HyukJae le hizo una seña para que callara y asintió sonriendo. HyukJae lo imitó con complicidad pero no estaba seguro de porqué tenía que guardar el secreto.






  —  ¿omma?

Era mitad de la noche. Estaba oscuro para ir a la escuela pero su omma había entrado a la habitación despertándolo de su sueño.

  —  Ponte un suéter y toma esa maleta, HyukJae.
  —  ¿Vamos a ver a JungHee?

Su madre volteó y lo sujetó muy fuerte por el brazo: - Escúchame bien, HyukJae. Aprende esta lección: las personas como ese JungHee son malas personas. Son maricones, escoria para la sociedad y los ojos de Dios. Deben morir o ocultarse para no mostrar sus aberraciones al mundo - dijo y luego se soltó a llorar consolando a HyukJae (quien no lloraba y no entendía nada ¿cómo alguien como JungHee podría ser tan malo?). Su madre lo abrazó prometiéndole que todo iba a estar bien.

Después de esa noche, HyukJae nunca volvió a ver a su appa ni a JungHee.



Siete pasos al avernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora