Sinopsis:

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Hace tan solo un par de meses su vida era tan brillante como el sol de verano, pero ahora, era gris como el cielo invernal.
Era otoño; las hojas caian viejas y secas, y Amy quería caer con ellas.
Las calles de Seúl eran solitarias, frías y peligrosas a esas horas de la noche pero a ella eso no le importaba. La castaña caminaba contra el gélido viento, iba a paso fuerte y con su cabello totalmente despeinado; para ella su aspecto en ese momento era lo de menos.
Ella pensaba en que si un auto pasara, no le molestaria que este la atropellara; quería morir porque no veía la necesidad de seguir respirando, levantó las mangas de su sudadera y observo detenidamente sus cicatrices, las acarició como si de terciopelo se tratasen y por un momento se sintió conforme consigo misma.
A lo lejos, divisó las luces de un autobús, pensó en que no debía de desaprovechar la oportunidad que se estaba dando así que decidió caminar hasta el medio de la calle y pararse delante de este esperando que la atropellara. El chófer del autobús comenzó a tocar bocina para que la chica reaccionará y cuando ella ya sentía la adrenalina correr por sus venas, sintió como alguien la empujaba de vuelta hacía la vereda.
Al abrir los ojos y notar que no había muerto, no se puso feliz, un chico yacía a su lado respirando agitadamente, el chico que la había salvado de su propio suicidó.
Ella sabía quién era él, lo conocía perfectamente. El chico al virar la cabeza noto que Amy lo miraba con el ceño fruncido, iba a hablar pero ella se levantó y comenzó a caminar en sentido contrario alejándose de él.
-¡Rowell!- Corrió hasta tomarla de la muñeca.
-¿Por qué lo hiciste?-
-¿Qué? ¿Querías que te atropellaran?- Frunció el ceño y apretó con más fuerza su muñeca. En ese momento sintió el relieve en esta y levantó la sudadera de la chica hasta el codo. -¿Desde cuando te haces esto a ti misma?- Su cara de espanto y asombro fue molesta para Amy.
-Desde el día que empezaste a llamarme fea- Sus ojos se cristalizaron y el chico sintió un nudo en su garganta.
Iba a abrir la boca pero la chica se adelantó impidiéndole soltar palabra alguna, dio media vuelta y empezó a alejarse.
-¡Puedo ayudarte!- Grito haciendo que la castaña se detuviera en seco.
-Jaebum... Déjame morir y vete-

Let Me Die And Go Away. -Im JaeBum-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora