Muro del Amor
Pasión, furor, una rosa, amor.
El rojo de mi amor mezclado con el blanco de tu inocencia, ese blanco que acabará coloreado por mi amor.Exaltación, alegría, la luna, los dos.
Mi mirada se fundirá en la tuya, dando forma a mi sentimiento. Poco a poco pero intenso.Verdad, pureza, un clavel, mi razón.
Me encierro en mis pensamientos y aún así apareces tu. Tu cuerpo, tu rostro y tu grande e infinito corazón.Rabia, odio, mentira, frustración.
Por ese gran muro que nos tiene alejados, pero que derribar será mi misión para poder nadar en tu sonrisa.Lo Bello
¿Es bonito el aletear de una colorida mariposa?¿Y un prado florido?¿Un cuadro pintado por el mismísimo Van Gogh?
Hay una amplía gama de cosas bellas, que penetran alegremente por nuestras pupilas, que nos hacen no parar de mirar aquello.
La figura de la mujer, el agua fluyendo por un río...
Todas cosas superficiales que causan placer al verlas por nuestros ojos.
También hay que saber apreciar la belleza del alma, el gesto de una madre que se quita comida de la boca para alimentar a su hijo.
Cosas que despreciamos que sean bellas.
Pero lo más bello sin duda es el sentirte feliz como persona, que tus sentimientos recorran su cauce y te lleven a la desmbocadura de una vida completa.
Es difícil resistir la manzana prohibida del Edén, pero ese camino fácil no te llevará al aumento de tu felicidad.
Por eso, todas las piezas que constituimos este gran ajedrez llamado mundo, debemos actuar como el propio juego, con cabeza.
Gran contradicción la estética, esa gran amiga que se puede convertir enemiga a su antojo.
Nos exalta, nos apasiona, construye en verso nuestra vida, pero nos condiciona a dejarnos controlar por ella.
Por tanto el mejor placer deslumbrará en las cosas verdaderamente bellas, sin rostro, sin una apariencia visual.
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