Capítulo 1

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April:

Estamos corriendo. Llevamos moviéndonos un buen rato, huimos de los caminantes, que claman por un trozo de nuestra carne. No veo con claridad, y la pequeña mano temblorosa de mi hermana amenaza con resbalarse de la mía por culpa del sudor causado por el esfuerzo. No podemos parar, si lo hacemos moriremos, pero el esfuerzo es demasiado para nuestros cuerpos, deshidratados por la falta de agua. Veo la autopista a unos metros, pienso seriamente si dirigirme hacía allí, alejarnos del bosque sería buena opción para intentar despistar a los caminantes, pero puede que entre ese cementerio de coches nos encontremos más de esos seres. Chloe está cansada, es normal solo tiene 5 años, miro hacia atrás y veo a esos ocho bastardos cada vez más cerca, me decido a subir, esperando que arriba no haya aún más. Cojo a Chloe en mis brazos, aunque este agotada y casi sin fuerzas, y subo la empinada colina hacia la autopista, la paso al otro lado del quitamiedos y luego paso yo. Sujeto de nuevo su mano mientras empezamos a caminar entre los coches, siempre con la guardia en alto, tengo mi ballesta a la espalda, pero sin flechas, las perdí todas librándome de una parte de los caminantes que nos seguían, por lo tanto me es inútil. Aferro con fuerza mi cuchillo con la mano derecha, mientras sujeto más fuerte a Choe contra mí con la izquierda, avanzo con lentitud e intento no hacer mucho ruido, hasta que noto la punta de una flecha en mi nuca.

-Suelta el cuchillo, niña bonita, no vayas a romperte una uña -susurra una voz ronca en mi oído, haciendo que mis pelos se ericen.

-Y tú baja la ballesta bastardo -respondo con irritación mientras abrazo más a Chloe contra mí.

 -La niña no debería oírte hablar de ese modo, jovencita -responde el hombre divertido.

 Iba a responderle, pero algo nos llama la atención a ambos, una gran horda de caminantes aparece en la autopista, noto como él retira la ballesta de mi nuca y me obliga a agacharme.

-Escóndete con la niña debajo de un coche -me ordena mientras corre a ayudar a un hombre de color con un enorme corte en su brazo derecho.

 Hago lo que me dice, ayudando a Chloe a meterse debajo del coche, para luego hacerlo yo. Le tapo la boca con cuidado al ver que va a llorar, intentando que los caminantes no oigan sus sollozos, es normal que llore, está asustada; mantengo su boca tapada hasta que sus llantos cesan y su respiración se vuelve más acompasada, dándome a entender que se había quedado dormida, y la verdad es que no me extrañaba para nada, llevábamos días huyendo de los caminantes.

Observo los pies putrefactos pasar a nuestro lado, algunos incluso sin zapatos. Entre los pies distingo a más personas debajo de los coches, supongo que serán el grupo del amigable hombre de la ballesta, nótese mi sarcasmo.

 Pasan los minutos, con mucha lentitud, hasta que todos los caminantes desaparecen. Veo a una niña de, aproximadamente, unos 12 años asomarse con cuidado y volver a meterse bajo el coche con miedo, veo unos pies putrefactos antes de ver al caminante tirarse al suelo para intentar alcanzarla, buscando llevarse un trozo de la niña a la boca, ella grita asustada.

Pienso en que hacer, si salgo Chloe se quedaría sola debajo del coche, pero si me quedo con ella esa niña moriría, ya que nadie de su grupo se digna a salir en su ayuda. Veo a un segundo caminante acercarse a la pequeña, por lo que la niña sale de debajo del coche por el lado contrario, mira a su alrededor asustada, esperando a que sus padres o alguien vaya a rescatarla. 

Miro a Chloe indecisa que pasaría con ella si yo me fuera a salvar a esa niña, ¿este grupo cuidaría de ella mientras yo iba a rescatar a la pequeña?. Pero, ¿y si rescataba a la pequeña y nos daban un lugar entre los suyos? un lugar donde mi hermanita estuviera a salvo de esos monstruos come carne.

Simplemente, una superviviente másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora