Capitulo 3

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"Mi Primer Beso I"- 11 Años

Keana y Dinah no dejaban de fastidiarme. De un día para otro les había entrado en la cabeza la odiosa idea del primer beso.

Era repugnante, yo seguía creyendo que eso era sólo un método para traspasarse baba. Dinah nos había confesado que una chica de la escuela le pidió un beso y que ella se lo había dado, si una chica a DJ le atraían mas las niñas que los niños y eso a mi me daba igual aunque sinceramente a mi también me parecían mas bonitas las niñas que los niños. Nuestros papás no tenían problema con eso y estábamos muy bien.

Se estaran preguntando de como Dinah estaba segura de eso.
Bueno se debe a la educación que nos daban en la academia.

A la semana llegó Keana diciendo que consiguió que un niño la besara.

Y ahora esperaban mi turno. Mis labios estaban sellados, no besaría a nadie.

No estaba dispuesta a correr ese riesgo, podría contagiarme alguna enfermedad, besarse era muy peligroso.

-Vamos, no tiene nada de malo. Es la mejor sensación del mundo, son como miles de mariposas en tu estómago... -argumentó Dinah mientras comíamos helado en la terraza de mi casa.

-Y además te tiemblan las rodillas... es tan romántico -siguió Keana y ambas suspiraron a la vez. Yo resoplé y me llevé una gran cucharada de helado a la boca.

-No, gracias. Paso. Y aunque quisiera, jamás lograría que alguien me besara, soy Mila la descerebrada, Mila la torpe, Mila la inútil... -podría seguir nombrando los apodos que me ponían mis compañeros, pero no quería amargarme la tarde recordando lo cruel que podían ser los niños.

Alai me decía que no les prestara atención, que nuestro padre era el jefe de ellos y que si me apetecía podía hacer lo que quisiera. Alai se estaba transformando en una chica malvada con el correr de los años.

-Bueno, entonces con una niña que no vaya a nuestra escuela -me dijo Dinah y algo se encendió en su mirada. Noté que Keana estaba con el mismo rostro cómplice, se miraron y sonrieron.

-Y que esté cerca, que te conozca y que se muera por ti. ¿Se te ocurre alguien Dinah? -preguntó Keana. Me estaban asustando, sonreían de una manera amenazadora.

-Sea quien sea, no lo haré. Sólo tengo once años, quiero vivir mi infancia sin enredos amorosos.

- ¡Camila, es normal! -exclamó Dinah. Que testarudas eran mis amigas.

- ¡No lo haré! -les grité- No besaré a nadie.

-Bien, si esa es tu decisión -Keana se cruzó de brazos y miró de soslayo a Dinah, quien hizo lo mismo y se pusieron de pie-. No beses a nadie, no te podemos obligar. Pero... nunca mencionaste algo sobre si una niña te besara.-

- ¡No, no, no, no! -les espeté. Las corrí de mi casa y les dije con seriedad que me hablaran cuando pensaran racionalmente.

A la mañana siguiente, me encontré en el desayuno con Lauren. Desde que se cambió de escuela se había vuelto más esquiva conmigo. Intenté hablarle y decirle que haría sufrir a Alexa pero ella parecía estar en otro mundo, así que desistí y en semanas las cosas quedaron como antes. Saludé a Olga, que me preparaba un tazón con cereales y pan tostado, y le dediqué una fría mirada a Lauren como unos buenos días. Sin embargo, a diferencia de los otros días, ella no se levantó de su silla y dejó su comida a medio terminar, sino que se quedó allí con la mirada perdida observando su cuchara.

-Camila quiero hablar contigo -me dijo de repente. Olga nos miró y sonrió. -Le llevaré el desayuno a tu madre, Mila-tomó una bandeja con una taza de café y unos pastelitos de fresas y salió, dejándonos solos.

Marry Me (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora