Al día siguiente en el colegio Thomas estaba medio serio y yo le hize la pregunta que tanto le quería hacer y le dije: estas celoso de Matías? El se rió y me dijo nono pero su cara decia otra cosa. Entonces yo también me reí porque me gustaba que Thomas estara celoso y me di cuenta de que no era la única celosa. Mientras hablábamos con nuestros amigos, Thomas y yo estábamos juntos casi pegados, nuestros cuerpos estaban muy juntitos. Mi mano estaba cerca de la suya y lo que el hizo fue cogerme la mano, yo lo mire y el me sonrió. Me gustaba ese gesto que tenía conmigo.
También me gustó que yo fuera la primera persona con quien se besará
primero ya que el no había sido el primero. Eran esos pequeños gestos que más me gustaban de el.