Una semana en el internado, la mejor semana de la vida. Me dio tiempo para hacer el casting para ingresas a el equipo de porristas, aunque creo que no entre porque la capitana es una zorra y se murmura que soy mucho mejor y que tiene miedo que la remplaze.
Y la zorra se llama Consuelo Vishalo, es la capitana de las porristas porque se ha acostado con el director, profesores, alumnos y se dice que hasta con la cocinera. ¡Si con la cocinera!. Aunque aun sigo sin comprender si es hombre o mujer(o incluso humano) pero cada quien con su gusto.Mientras pensaba si la cocinera era hombre o mujer, algo o alguien me saco de mis pensamientos.
- Hola, ¿me puedes decir dónde están las habitaciones de chicos?-esa persona me parecía haberla visto antes o escuchar esa voz.
- Lo siento, soy nueva aquí, ni siquiera se dónde está mi habitación, me sigo perdiendo- una pequeña sonrisa se dibujo en sus labios.
Empezó a caminar sin despedirse cuando se me alumbró el foco.
- ¡Oye espera!¡Si, tu pelinegro!- definitivamente tenia que ser el, aunque nunca le había visto el rostro, su voz era similar- Ven aquí!
- ¿Qué pasa?- sentí cierto nerviosismo en su respuesta, parecía muy nervioso a decir verdad, ni que lo fuera a golpear- Por cierto me llamo Christian no chico pelinegro.
- Lo siento Christian- DIOSGRIEGOTRAIDODEOTROMUNDOSUPERHIPERMEGASEXI! Me dejo ver su rostro ojos negros, cabello alborotado negro, perfecto cutis- Es que no se por donde comenzar...
- ¿Por el principio?- perfecta sonrisa olvidé decir.
- ¿Eres tu el del aeropuerto y el del avión?- una sonrisa tímida se formo en sus labios- ya sabes necesito dar las gracias pero ese chico parece que no las quiere recibir.
- No es que no las quiera recibir, pero cada vez que se supone que me las darías...- creo que pienso mucho y cuando eso pasa... - separabas tus labios, pero solo dejabas tu boca abierta y pensaba que ibas a babear.
Diablos! Ese chico pensaba que era una mensa. Era un problema desde pequeña, cuando pienso demasiado o me pierdo en mis pensamiento mi boca se abria lentamente, y la dejaba asi, por suerte no babeaba.
- Asi como lo haces ahorita.
MALDICIÓN
- Lo siento, siempre cuando pienso eso pasa- la comisuras de sus labios se elevaron notablemente- que tal si te invito a comer para darte las gracias, atrasadas pero lo serán.
El asintió, se despidió con la mano y se perdió entre tantos estudiantes.
- Nuevo pretendiente- esa maldita voz chillona- mira ese trasero, redondo y durito.
ZORRA.
- No todas somos como tú, que anda de cama en cama- una sonrisa de victoria y burlona se dibujo en mi.
- Eres una tontilla, como se te ocurre pensar eso solo son rumores falsos.
- Largate quieres, antes que use tu rostro como alfombra.
- Oye que rudita amiguita.
- Oye que zorrita... Y no soy tu amiga, las zorras no están en mi lista de futuras amigas.
Eso pareció herir su ego y se fue moviendo sus nalgas aguadas plásticas, cada vez me sorprende más, ella podría ser algo asi como la zorra mayor.
Si me referia a Consuelo, hasta nombre de teibolera tiene.
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El Ultimo Te Amo
Teen FictionClarris Becherman es una chica de 16 años que no sabía lo que era enamorarse de verdad. Y mucho menos lo que era que le rompieran el corazón. Hasta que conocerá a Jhon Verdaban y cambiara todo, cambiará su hogar. Hasta que el pasado de la familia de...