1ª NAVIDAD

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Todo era un tremendo caos en el Sunny. La comida volaba, el sake desapareció en tiempo récord. Los chicos gritaban, reían, saltaban, brincaban.

Como cada fiesta era un completo y enorme caos con la única diferencia de que esta vez también estaban rodeados de adornos navideños.

Tan distraídos y contentos estaban con la emocionante festividad que no se percataron de que la persona más revolucionaria en ese ambiente no se encontraba festejando con ellos.

El muchacho hacía rato que se había hecho a un lado y había salido del camarote para dirigirse a la cabeza del Sunny.

Quería estar feliz, quería emocionarse como siempre y hacer el imbécil en ese momento que podía sin recibir reprimenda alguna... Pero no podía. No tenía ganas. En esos momentos no tenía ganas de hacer nada más que descansar la cabeza y pensar.

Y mientras observaba el gran cielo estrellado comenzó a recordar esas navidades que pasó de pequeño. La primera que tuvo con sus dos hermanos fue muy extraña y bonita.

Llevó inconscientemente la vista a sus sandalias al recordarlo y sonrió.

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-- ¡Luffy no juegues con los adornos que los vas a romper!

-- ¡Perdón Ace! ¡No me peg...! ¡Aaaiiii!

El pequeño se sobó la cabeza con la mano dolorido por el golpe.

-- Ace eres malo. -- Hizo un puchero.

-- Olle, ¿Donde está Sabo?

Ambos se giraron sorprendidos buscando al que faltaba y lo encontraron en la improvisada cocina guardando algo.

-- ¿Sabo que haces?

-- ¿Eh? N... no hago nada. -- Sonrió nervioso.

-- ¿Qué ocultas ahí?

-- N... nada.

-- Estás tan nervioso que hasta tartamudeas.

El pequeño pecoso siguió presionándolo cada vez más para sonsacarle sin éxito.

Mientras tanto el menor de los tres había echado a correr fuera del lugar al recordar algo importante.

Llegó hasta la cima de la montaña donde al alzar la vista pudo contemplar las hermosas estrellas alumbrando el lugar.

Regalo De NavidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora