I. MISTERIO

1K 53 7
                                    


"Hecho o cosa, cuya naturaleza, causa, origen o razón de ser , 

No tiene explicación o no se puede entender."


No hay nada como la tranquilidad del hogar. Y lo digo yo, una vampira que lleva 150 años viajando por cada lugar de este odioso mundo, observando cómo los humanos se destruyen unos a otros con guerras, terrorismos, política y un sinfín de etcéteras que escapan a mi comprensión. Siempre ha sido igual. No importa en qué siglo me encuentre, cuando un país está en crisis, en otra parte del mundo, hay uno que resurge de las cenizas y viceversa. Así será hasta el fin de los días. Hasta que esta extraña raza a la que alguna vez pertenecí, se destruya a sí misma y ardan en el mundo que ellos mismos crearon. Pero mientras eso ocurra, ahí estaré yo, paseándome por cada una de sus calles y ciudades, a mi antojo. Alimentándome de ellos sin distinguir razas, etnias, procedencias, sexos, culturas ni clases sociales o poder monetario. Para mí, son sólo partículas de sangre en un cuerpo que las mantiene caliente para mi disfrute. Egocéntricos humanos, creyéndose los amos de la tierra –sonrío irónica –Si supieran lo estúpidos que se ven, cuando ésta, aparentemente inofensiva chica, muestra el verdadero rostro que en cuestión de segundos acabará con su vida.

Suspiro.

Definitivamente, ningún cielo es como el de "Shadow Town". En ningún otro lugar del mundo, puedo acostarme sobre el asfalto a observar la claridad que las estrellas le otorgan a esta hermosa noche, sin que ningún auto me interrumpa. Tampoco es que me suponga un problema que aparezca un indefenso mortal en este momento. No recuerdo muy bien el sabor de la sangre de mis paisanos, pero ya siento mi estómago crujir y mis colmillos asomar, simplemente por pensarlo. Tengo sed. Sed de sangre.

─Está bien, mamá... ‒escucho el sonido de una voz y pasos aproximándose. ‒Ya, ya sé que tienes razón. Pero no puedo hacerlo ahora. Esta noche no.

Al instante, aflora mi instinto asesino, molesta porque alguien se haya atrevido a interrumpir mi momento de soledad y reflexión. Pero al mismo tiempo, siento una sonrisa dibujarse en mis labios; comida a domicilio.

Con un movimiento imperceptible para el ojo humano, me pongo en pie, ansiosa por abordar a esa futura victima que se aproxima entre las sombras. No puedo distinguirla todavía, pero es una figura femenina, de estatura media, tal vez uno o dos centímetros menos que yo. Camina con la cabeza gacha, observando el teléfono que mantiene entre sus manos después de haber colgado la llamada, mientras su largo cabello cae hacia adelante, cubriendo prácticamente todo su rostro. No sé qué hago aquí todavía. No sé por qué no me he abalanzado sobre ella para beberme hasta el último mililitro de su sangre.

Su manera de andar, es elegante, dulce y sensual al mismo tiempo. Transmite seguridad, a pesar de la corta edad que parece tener. Tal vez por eso no estoy pegada a su cuello todavía, tal vez quiero ver cómo reacciona al verme y comprobar si esa seguridad que aparenta, no es más que una fachada.

Pero, ¿qué demonios? Tengo hambre.

Ya dejaremos el juego para luego. Doy un paso al frente, dispuesta a atacar, consiguiendo que la víctima alce la vista al percatarse de mí presencia. Pero lo que descubro cuando me mira, detiene por completo cualquier intención que quisiera llevar a acabo mi instinto. No es posible lo que ven mis ojos. La luz de las estrellas debe haberme afectado la vista de alguna manera, para que su imagen esté consiguiendo que mis piernas flaqueen. Estoy segura que si mi corazón aún latiera, estaría gritando desolado en el interior de mi pecho.

Sí, soy una vampira de la que todos huyen cuando muestro mi verdadero rostro, y en este momento, estoy aterrorizada. Tan aterrorizada, como ellos, segundos antes de que me funda en su cuello para acabar con su vida. Ni siquiera puedo moverme. Y sólo ha habido una cosa en esta larga existencia, capaz de conseguir desestabilizar mi cuerpo, mi mente e incluso mi alma olvidada;

PASIÓN (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora