Tu significado.

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Una cena única, especial, perfecta, algo tan simple y complicado como su relación, algo tan efímero pero duradero, algo tan contradictorio y difícil de explicar con palabras, Byung lo llevo a cenar, tal y como le había planteado la idea.

—Byung-nee... Yo tengo una sorpresa para ti...

—¿Cual es...?—Cuestiono Byung mientras entraba al apartamento cerrando tras él, siendo recibido por tres pequeños perros que buscaban cariño de uno de sus dueños.

—Bueno...—Chan Hee se subió a una silla, Byung rió por lo bajo mirando impresionado la linda silueta de su novio sobre la silla—Voy a cantarte una linda canción y tu tendrás que decirme si te gusta mi voz o si no...

Chan Hee sonrió nervioso, no estaba seguro de lo que estaba a punto de hacer, lo había planeado, claro que si, lo había meditado por tanto tiempo que el pensamiento casi podían escucharlo las demás personas, pero ahora justo ahora, se sentía ansioso, no sabia si por la oportunidad que tenia de cantarle una canción a su amado o si por la botella de vino que insistió en tomarse con su novio en el restaurante al que fueron.

—Chan Hee ten cuidado, el alcohol que te tomaste esta tomando territorio dentro de tu sangre—Chan Hee bajo de la silla, empujo a Byung en el sofá y se puso el dedo indice sobre su pequeña boca.

—Shhh... Tu estas aquí... y puedes protegerme, si ¿Verdad?—Chan Hee se acerco a los labios de Byung que embriagado creyó lo mejor, pero por el contrario, Chan Hee regreso a subir a la silla y se rió por lo bajo—Cierra tu linda boca y escucha.

Byung sonrió de lado y decidió simplemente escuchar la melodía que quería demostrar su novio, poniendo cuidado de que el equilibrio de este no le jugara una mala broma y le hiciera caer.

Byung se acomodo en el sofá y lo miro atento, nunca en su vida había presenciado a alguien cantar para él, ni siguiera a su madre, ya que por sus horarios de trabajo ella nunca estaba con él. Chan Hee cerro los ojos y comenzó a recordar la canción que con tanta emoción ha estado practicando los últimos días, abrió sus ojos y miro a Byung.

Su boca comenzó a abrirse dejando salir una dulce y tranquila tomada, Byung dejo de lado la sonrisa para abrir poco a poco su boca impresionándose por lo dulce de la voz de Chan Hee que, aun estando un poco fuera de sus sentidos debido al alcohol, era capaz de articular a la perfección la melodía mas dulce que se ha filtrado en los oídos de Byung.

Chan Hee siguió entonando a todo pulmón su voz, cada palabra y letra dichas con tal encanto que endulzaban los sentido de Byung haciéndole perderse en los ojos, la boza, y todo el resplandeciente y perfecto cuerpo de su amado novio, que con sus manos movía a cada momento su rubia cabellera que a constantes momentos trataba de interrumpirle.

Chan Hee llego a la nota mas alta, superándola con total profesionalismo y limpieza, suficiente para hacer a Byung estremecerse al punto de estar de pie sin siguiera haberse dado cuenta, se acerco poco a poco al chico que aun sobre la silla continuaba entonando la tonada, de un momento a otro y a punto de llegar al final, se balanceo un poco y cayo en los brazos de su novio, quien encantado capturo sus labios entre los suyos.

—No lo he hecho bien... me temo que soy horrible...—Suspiro triste Chan Hee, sus mejillas rojas por la emoción y el alcohol, o tal vez por la repentina cercanía de aquel hombre dueño de sus pensamientos.

—Lo has hecho perfecto, me encanta, tienes una voz tan dulce...

—Ahora entiendes porque quiero el teatro... Quiero que entiendas que soy bueno para esto, yo nací para esto Byugn Hun....—Byung presiono la cintura de la que lo sostenía y le beso nuevamente, Chan Hee abrió su boca dando paso a aquella lengua que sin medida bailaba dentro de su boca, sacandole suspiros y gemidos—T-Tal vez... también nací para ti...

CHUNJOE WHATSAPPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora