-Byung Hun-

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Soy un maldito pervertido.
    Estoy de acuerdo al entender que lo extraño, y que en realidad sigo pensando demasiado en él a pesar de que creí que iba a lograr olvidarlo.

    Pero no  en lugar de eso Chan Hee esta más presente que nunca en mi mente, sobretodo en sueños. En interminables ocasiones he soñado con su sonrisa, sus ojos, su cabello, pero ¿soñar con que estamos teniendo sexo? ¿es encerio?

    A eso añadirle wl día en el que se paro del otro lado de la calle y me miro a mi. Se que debo mantener distancia y seguir alimentando la mentira de la puta de Min Ki pero ¿que pasa si Chan Hee lo decubre por si solo?

    Apuesto a que Daniel se arriesgaría a decirle la verdad, seguro que si, pero claro él sigue hospitalizado ya qua apenas y puede comer, si se levanta debe ser con muletas o una silla de ruedas, nadie va a decirle sobre Chan Hee porque claro, si se entera de esta estupidez es seguro que es capaz de escapar.

    A pesar de eso Daniel tiene un telefono con el que suele comunicarse conmigo y con Min Soo, no hay día en el qye me pregunte por Chan Hee, no hay día en el que no le mients diciendo que todo esta bien.

    —Aquí tiene su orden señorita ¿se le ofrece algo mas?—Repetí la frase mas cliclé, que debo hacer porque es mi trabajo, la chica se relamio y poso su mirada 'sexy' en mi. Mierda, lo que daria ppr decirle que eso no me eleva ni los pensamientos, decirle que el único que me provoca estaba entrando justo en esos momentos al cafe.

    Mierda.
    Sin permitir que la chica me respondiera—cosa qur no haria, es seguro que me pediria mi numero o estupideces así—camime rápidamente a la barra cubriéndo mi rostro con la bandeja, comencé a lim po iar ansioso la barra, mientras él se sentaba en una mesa junto a la ventana.

    —Tu, Hun—Me llamo mi jefe—Ve a atender a ese chico ¿acaso no lo has visto o estas esperando a que lo haga yo?

    Si, bueno en ocasiones era peor, esta vez esta siendo relativamente amable. Mi jefe es el señor Wu, la antigua dueña murió y él es el heredero de este café. Un hombre tan obeso que bien su inteligencia fue remplazada por grasa corporal. Solo asentí y me dirigí a aquella mesa.

    —Buen día. Este es el menú ¿Deseas algo o...?—Mi mente recordo ese sueño, el maldito ultimo sueño de mierda en el que haciamos eso.

    —¿Estas seguro que quieres tomar mi orden? Se ve que las chicas de allá te necesitan.

    —No son relevantes...—Me miro a los ojos, tal vez malinterpretó algo—Bueno... esto... es solo trabajo despues de todo—La cagué en grande, su ceño se frunció levemente y sus ojos regresaron al menú. Lo cetro bruscamente y dirigió su mirada a la ventana.

    —¿Que es lo mas amargo que hay?

    —¿Eh? Pues... café negro doble, pero es poco pedido por lo fuerte que es y...

    —Quiero eso entonces—Pero si tu odias lo amargo.

    —¿No te gustaría probar algo mas suave y dulce? Ese café  es...

    —¿Acaso sabes algo de mi que yo no sepa?

    —N-No quize decir eso.

    —Entonces ¿donde esta mi café?

    Nada podia ser peor, le lleve el dichoso café y cuando iba a preguntarle si quería algo mas, la chica de la otra mesa paso poniendo un papel en mi bolsillo y susurro Espero tu llamada muy cerca de mis labios luego salió del café. Cuando regrese mi mirada a Chan Hee este tenia un pequeño puchero, tomo la tasa entre sus manos y sorbio un poco y eso basto para que comenzará a toser sin control.

CHUNJOE WHATSAPPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora