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[shh, it's okay. angels cry too]

(...)

Era demasiado tarde cuando me di cuenta, ya había perdido la noción del tiempo y el lazo con la realidad estaba distorsionado y alterado. Perdido en sus brazos sin querer ser encontrado.

Tendría que haberlo comprendido, era muy obvio. Iba a morir. Sus labios se sentían demasiado bien sobre los míos, se sentía de una manera tan tóxica y venenosa que me hacía adicto. Adicto al dolor y a él.

Recuerdo mis pies caminando sobre la acera un jueves veintiuno de septiembre, mis manos en mis jeans mientras escucho la música a través de los cables hasta llegar mis oídos. Mi cuerpo sintió un escalofrío, y mis sentidos me pedían que corra cuando sus ojos se cruzaron con los míos, por primera vez, en la vida real. Aquí estaba yo, parado, frente al chico que me robaba besos y me consumía en mis sueños. Sus labios formaron una sonrisa tranquila, tan tranquila que me inquietó. No me dijo nada, ni siquiera tenía intención de hablarme cuando en un abrir y cerrar de ojos, oí: "¿me esperarás, verdad?"

Ya no sabía si era real, ya no sabía si su corazón latía de verdad, o si su sonrisa era sincera. Mis manos temblaban sujetando el frasco con pastillas dentro. Sus suaves dedos trazaron líneas imaginarias en mi mejilla antes de sonreírme y caminar lejos de mi, dándome la espalda.

Sacudí mi cabeza, intentando sacar conclusión de los últimos segundos más extraños de mi vida; y cuando volví a ver en frente mío...él ya no estaba.

[...]

Miro el frasco de pastillas a nombre de Shin Hoseok sobre la fría y sucia mesa al lado de mi cama, no era la primera vez, ni sería la última. Y sonreí, porque era adicto. El reloj marcaba las 02:45 de la madrugada cuando las dos pastillas pasaron por mi garganta, y mis ojos se cerraban.


[...]


Otra vez el sonido del océano sobre mis oídos, y el gusto salado de mar sobre mi lengua. Había algo ordinario hoy, y era que él estaba acostado al lado mío mientras tapaba su cara con su brazo, intentando cubrirse del sol. Me gustaba, me gustaba su sonrisa melancólica como la brisa de un otoño arrepentido, me gustaban sus ojos, cálidos pero congelados por dentro, me gustaba él, y diablos, no podía compararlo con nada en el mundo.

Su mano se entrelazó con la mía en un parpadeo de ojos, me sonrío y suspiró

''¿Qué sucede? ¿te volviste a aburrir de mi, Hoseok?

Yo sonrío, sin retenerme a pensar en sus palabras confusas, lo miro mientras comparo su belleza con la del mar; sin poder decidir qué era más atractivo y destructivo.

''Jamás podría aburrirme de ti''

Y él sonríe, y yo, me estremezco.

''¿Y si caminamos hasta el final de la playa?'' dice mientras mira hacia el costado, la playa infinita, mezclándose junto a las nubes y al cielo.

''No hay tiempo'' susurro mientras siento un escalofrío en mi cuerpo, las pequeñas olas con espuma mojando nuestros pies, cada vez más cerca de nuestros cuerpos. El mar se volvía más violento con el paso de los segundos.

Un casto beso es abandonado en mis labios, Hyungwon se para y sacude sus pantalones azules, unos segundos después, suspirando me da la mano y yo la acepto.

Cuando mis pies hacen contacto con la molesta arena, siento mis piernas mojar. Él sonríe como si el oceano no estuviese tapando nuestras piernas, y las olas subiendo cada vez más y más.

''Tengo miedo, Hyungwon''

Él aprieta mi mano por debajo del agua y susurra:

''Deberías tenerlo''

he's dreaming + hyungwonhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora