No me enamoro. [BTS Y LATINA]

Capítulo 1: Mi vida ¿feliz?

Desperté.

Hace mucho que no tenía un sueño tan horrible, siento como la habitación me da vueltas, me invade un sentimiento de tristeza hasta que veo donde estoy, si, en mi casa, de un valor de aproximadamente cien mil dólares. Estoy tan llena de lujos, pero, acaso, ¿seré feliz?

Otra vez esa pregunta rondando en mi cabeza, tengo todo lo que una chica quiere tener; una casa lujosa, ropa y mucha más ropa con calzados de diseñador incluidos, joyas tontamente caras, fans que me admiran, toda la comida que quiera, muchos chicos a mis pies, un cuerpo de espanto, etc. No quiero ser arrogante, pero mi cuerpo serian lo que llaman 90-60-90, el "cuerpo perfecto" para las modelos como yo; si, soy modelo y con orgullo. Empecé a la edad de 13 años, todas las personas que me veían creían que tenía 16 años; estaba muy bien desarrollada para mi corta edad, digamos que mi parte delantera y trasera tienen un gran tamaño; y eso no pasaba invertido para muchos cazadores de modelos; como los llamaba yo.

¿Quieres saber más sobre mí? Bueno, me llamo Lara Esposito, mido 1.60, ni tan alta ni tan baja, tengo 18 años, nacida en Argentina; en Latinoamérica. Voy a una escuela de baile y danzas callejeras; me encanta el hip-hop. Mi profesión es ser modelo, aunque estoy pensando entrar en una agencia musical, cante en varios escenarios; claro que eran canciones de Adele, Selena Gómez, u otras cantantes que tanto me gustaban.

La primera vez que cante fue a los 15, en Showmacht, un programa de baile, obviamente argentino; donde Marcelo (el que conduce dicho programa) había contactado a mi manager para que la chica sumamente joven y hermosa, de la que todas las personas hablaban y tenía una bonita voz, cantase en su programa visto por millones de personas alrededor de toda América y parte de Europa. Como pensabas, esa chica era yo.

A partir de ese momento mi carrera despego; mi nombre era conocido por todo el mundo, de pasar a una casa pequeña con cinco habitaciones; a una mansión con... bueno, muchísimas habitaciones.

Mi familia estaba feliz por mí, porque había cumplido mi sueño según ellos; aunque yo no había soñado con esto. Yo pensaba estudiar, ir a la universidad y recibirme en psicología, tener mi propio consultorio, con mis propios pacientes locos, casarme, tener hijos y vivir una vida feliz y normal; sin lujos. Aunque creo que el destino no quiso eso para mí.

-¡Lara! ¡A comer dormilona!- Ahí estaba mi madre; Alicia, una mujer maravillosa, llamándome para bajar y comer aunque teníamos empleados para asear, despertar, hasta para cepillar mis dientes; pero digamos que mi mama no se adaptó tan bien a nuestra nueva vida, la admiro por seguir con esa humildad característica de ella y que no se le haya subido la fama a la cabeza; como estuvo a punto de pasarme a mí.

- ¡¡¡YA VOY MAMA!!! AGHHHHH- En mi defensa no soy buena por las mañanas; amo dormir, y que me despierten es la peor situación que puede ocurrirme en la vida.

Baje con mi piyama, pude ver en la mesa a mi hermano, Felipe, que es tres años menor que yo y no le faltaría nada para ser modelo también, aunque tiene un talento extraordinario para el futbol; a mi padre Carlos y a mi mama.

Era todo paz hasta que lo vi sentado, en una esquina, a mi manager; Frank, estadounidense claro.

¿Qué querrá ahora?

-Mañana viajamos a Corea- dijo el idio... espera, ¡¿eh?!

-Hola, ¿cómo estás?, yo bien, gracias por preguntar.- Le dije irónicamente, después agregué- Y no me muevo de acá, ya viaje por todo el mundo así que no me rompas las pelotas- Hoy no estaba de humor, además ¡a Corea!, sé que es muy lindo el país y todo el mambo, pero ya había viajado lo suficiente para modelar para otras marcas de distintos países, ya mi nombre era reconocido por todo occidente, así que ¿para qué quiero que me reconozcan en oriente también?