Muchas veces somos un trozo de papel blanco, sin nada escrito, que recorre el mundo sin un rumbo fijo. Pero de repente el papel se topa con el árbol más grande que hay en el camino. Parece que no pero el choque hace cosquillas y aunque está lloviendo, entre sus ramas se está calentito. Pasa el tiempo y como que ya no estás en blanco, tanto roce con las hojas que empiezas a tener un poquito de color. Y es en ese mismo instante donde te das cuenta que puede ser bonito si tropiezas con el árbol, la piedra o tal vez la persona adecuada.
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Abrázame fuerte
RomanceSigo pensando que el amor se resume en dar sin querer recibir nada a cambio. Que el tiempo no se mide en momentos que te dejan sin aliento sino en personas que te ayudan a respirar cuando un mal golpe te deja sin aire...