Angelí

Capítulo 3: ¿Qué es eso?

No se cuanto tiempo llevo caminando, tengo mucho hambre y no hay nada. Estoy tan cansada que incluso tantearía la idea de dormir aquí, pero tengo miedo, a saber lo que se me puede aparecer, no me queda mas remedio que seguir caminando.

Si alguna vez habéis oído que el blanco es el color de la tranquilidad, lo siento mucho pero a mi me exaspera. Cuando llegue a casa, si llego, te juro que no quedara nada blanco en ella.

Espera, es blanco se esta ¿rompiendo?, no lo entiendo, que esta pasando, delante de mi se esta abriendo una grieta en el suelo, doy la vuelta y empiezo a correr pero la grieta cada vez es mas grande y se abre mas rápido. De repente siento que mis piernas siguen corriendo instintivamente pero mis pies ya no tocan el suelo. El blanco cada vez se vuelve mas oscuro, y enseguida todo se vuelve negro. Quedo sumida en una oscuridad total.

-¿¡HOLAAAAA!?- pregunto al aire sin esperar respuesta - ¿¡HAY ALGUIEN!?, ¿¡DÓNDE ESTOY!?- Silencio, solo se oye el silencio que deja el eco de mi voz en ese profundo vacío. No entiendo nada de lo que pasa, nunca me había sentido tan estupida.

Después de vagar durante mucho tiempo por la oscuridad me senté en el suelo, agotada, y enfurecida conmigo misma, me quedé mirando al infinito, casi literalmente, cuando derrepente apareció ante mi un plato lleno de comida, mi estomago, hambriento, actuó antes de que mi cerebro reaccionará y en menos que canta un gallo el plato queda vacio y, casi sin darme cuenta, me duermo cayendo en un profundo sueño...