Capítulo 1.

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Jazmíne.

Me vi en el espejo por última vez y acomode mi suéter largo cuando escuché que tocaban la puerta.

– Adelante –. Grité sin dejarme de ver en el espejo.

– ¿Lista para tu primer día?– Vi a mi tía a través del espejo. – Aunque la escuela puede esperar.–

Niego y cierro los ojos.– No, necesito ir... Necesitó rehacer mi vida.– Una sonrisa triste invadió mi cara.

– Eres una chica muy fuerte.– Escuché a mi tía decir y sentí como acariciaba mi cabellera y la peinaba.

– No lo soy... Pero tengo que aprender a vivir sin ellos.– Volteo a ver las fotos de mis padres. Aquella foto la tome el año pasado. Habíamos ido de vacaciones a Nuevo México, sabía que mis padres adoraban ese lugar. Una lágrima cruzo por mi mejilla y la limpie rápidamente, como dolía... Ya no los volvería a ver. – Llegaré tarde a la escuela, debo irme.–

– Todo saldrá bien.– Mi tía se acerca a mi y deja un beso suave en mi frente. –cualquier cosa me avisas.– Asentí y mire a mi tía salir de la recámara. Cassie, era el nombre de mi tía, era una mujer trabajadora, nunca se había casado ni tampoco tenía hijos. Camine y me senté en la cama. Escuché mi teléfono sonar, lo saque de la mochila.

– ¿Bueno?– Dije levantando me de la cama y agarrando mi mochila.

– Hola princesa.– Era la voz de Justin, mi mejor amigo. Nos conocíamos desde bebés, toda una infancia junta y era al que mas le tenía confianza después de mi mejor amiga.

– Hola Justin.– Sonreí de boca cerrada y salí de la habitación. – ¿Como has estado?– No veía a Justin desde vacaciones, el y su familia se habían a Arizona a visitar a su familia lejana.

– Estoy bien, estoy afuera de tu casa. Sal... Llegaremos tarde.– Lo escuche reír y baje las escaleras despidiendome de mi tía Cassie.

– Ahora voy.– Colgué y salí de la casa viendo a Justin recargado en su auto. Mi mejor amigo era muy guapo y muchas chicas del instituto lo perseguían. No las culpó.

– Te estabas tardando.– Miré sus ojos verdes y ajusté la mochila.

– Lo siento, estaba haciendo algunas cosas.– Trague saliva y despeine su cabello castaño.

– Llegaremos tarde, ahora sube princesa.– Justin me abrió la puerta del coche y me miro. – Sube, princesa.–

– Que amable eres.– sonreí y entre el auto ajustando el cinturón y haciéndome un chongo desaliñado.

– ¿Como has estado?– Me preguntó Justin mientras conducía. – Se que es una pregunta estúpida, pero necesito saberlo.–

– Estoy bien.– Miento mirando al frente. –Solo es cuestión de tiempo.–

– Todo mejorará .– Justin tomó mi mano y la apreté con fuerza. Si extrañaba a mi mejor amigo.



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