1° PARTE

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Hubo un estrépito en el receptor y, a continuación un:

-Uh, ¿hola?

A juzgar por la somnolencia de la voz en el teléfono de Bobby, Young Mi lo había despertado, pero no se sentía mal por eso. Después de todo, pensó, lo que ofrecía valdría la pena la pérdida de un poco de sueño.

-Hola. ¿Quieres venir? -Susurró Young Mi en lo que ella consideraba su irresistible voz de gatita sexual.

-¿Por qué nunca te pones caliente antes de la medianoche? -Eso sonó claramente molesto, lo que la molestó aún más. ¿Por qué demonios necesitaba dormir tan temprano? El día siguiente era sábado. Bobby no tenía que trabajar. Él podía dormir hasta tarde por la mañana.

-¿Quién dice que estoy caliente? Tal vez sólo quiero un poco de compañía para ver la televisión.

-Young Mi, reconozco una booty call cuando la escucho. Es más de medianoche. Una persona civilizada no llama a otra después de las doce a menos que: uno, alguien haya muerto o dos, que quiera sexo.

¿Y qué? Ya que nadie había muerto, era obviamente lo último. No le veía ningún problema.

No era como si posiblemente Young Mi hubiera encontrado un hombre, el único en el mundo con la mente abierta para el sexo, sino cómo conseguirlo veinticuatro horas al día.

-Está bien. No importa. Oyó su suspiro.

-No seas así. No estoy diciendo que no ni nada, pero ¿no puedes venir tú aquí para variar?

Young Mi odiaba perder la ventaja de ser equipo local. Hacía frío fuera. Tendría que vestirse. Y Bobby, siendo joven, soltero, y hombre, vivía en un típico piso de soltero.

Nunca tenía nada que comer. No tenía refrescos de dieta. Experimentos científicos vivían bajo el sofá y en la ducha. Además, todas sus cosas estaban aquí mismo, en su propio agradable y cómodo lugar. La lista de razones seguía y seguía...

Se dio cuenta de su vacilación.

- ¿Qué? Mi apartamento no es lo suficientemente bueno para ti?

-No, no es eso. -No exactamente, de todos modos. -Um. ¿Cuándo fue la última vez que cambiaste las sábanas?

Su risa sarcástica resonó a través del teléfono.

-Pensé que habías dicho que sólo querías ver la televisión. ¿Qué importa cuando cambié las sábanas?

Un polvo rápido no valía la pena más humillación. Ella podía satisfacerse con un poco de ayuda del amigo a baterías que guardaba en su mesilla de noche. Lo había hecho antes y estaba muy segura que lo haría de nuevo.

-No importa. Buenas noches. Lo siento, te desperté-añadió Young Mi, aunque ella no lo sentía en lo más mínimo.

Habiendo conocido a Bobby desde siempre, bueno, en realidad, desde que ambos estaban en octavo grado en la Escuela Secundaria Wilmont, no colgó el teléfono, sino que esperó su suspiro lleno de renuncia. Y no la decepcionó.

-Está bien. Estaré en quince minutos. Perfecto. Young Mi sonrió.

-Nos vemos luego.

Después de desconectar la llamada, entró en acción. En primer lugar escondió la novela romántica que había estado leyendo, la que la había arrojado a ese estado de necesidad física, para empezar. Si él la viera, sólo se burlaría de ella por su elección del material de lectura. Entonces corrió al baño a lavarse los dientes y quitarse el maquillaje del día de su cara. El apartamento tendría que quedarse como estaba, no había tiempo para arreglarse ella y a su casa, y todavía estaba muchísimo mejor que la de Bobby, de todos modos.

Lo bueno de Bobby era que no esperaba mucha preparación de su parte. Era muy conveniente, en realidad. Por ejemplo, en los días de invierno, cuando el departamento estaba helado porque el propietario no subía la temperatura, podía permanecer con su pijama favorito de franela, calientito y abrigado. En esas noches frías, mientras tenía sexo con Bobby, ella ni siquiera tenía que quitarse el pijama o los calcetines, sólo la parte de abajo.

Esta noche, ella no necesitaba hacer mucho más que limpiar los círculos de mapache del rimel corrido de debajo de sus ojos y tal vez correr sus dedos a través de su cabello.

Sabía qué esperar de él, también. Llegaba en su viejo par de pantalones favorito y una camiseta, sabía a pasta de dientes, el cabello un desastre, pero la parte importante estaría dura y lista para ella.

Y cuando todo se redujera a lo serio, la razón por la que ella le había llamado allí, él sabía exactamente cómo hacerla llegar, y siempre lo hacía antes de que se hiciera cargo de sí mismo. Bobby era un amante predecible, agradable. Más importante aún, no había desorden, enredo emocional o romántico, una amistad tan cómoda como su viejo par de zapatillas favorito. Bien entrenado, sin sorpresas.


AMIGOS CON BENEFICIOS  (ADAPTACION) (KIM JI WON-BOBBY-IKON) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora