18 de Abril
-Se dijo que había aparecido una nueva familia en el vecindario, un hombre y una mujer entre los 27 y 28 años, con una niña como de 9 años.
Mi esposa me había forzado a acompañarla para darles la bienvenida y de paso una bandeja repleta de galletas de chispas de chocolate.
No había nada anormal, nada que nos pudiese advertir que algo malo estaba pasando o llegaría a suceder en algún momento.
Eran una pareja perfecta, según mi esposa, y todo el vecindario.
Y en efecto lo fueron, durante un tiempo.
Con el pasar de los años cada vez se era mas notable que la pareja estaba pasando por una situación difícil, podías escucharlos pelear la mayor parte del día.
Era muy raro verlos dejar la casa, y era aun mas raro ver a su hija dejar la casa, para otra cosa que no fuera la escuela.
Casi no hablaban con nadie, lo único que decían era ''Buenos días'', o ''Buenas tardes'', y cosa como esas, creo que nadie tuvo realmente la oportunidad de hablar con ellos de algo que no fuera el clima o la política.
Y un día, así como si nada, se marcharon, no se despidieron de nadie, no avisaron al casero, simplemente se marcharon, e inmediatamente comenzaron los rumores en el vecindario, que si había pasado esto, que si había pasado aquello, nada mas que cosas inventadas por gente aburrida. El único rumor creíble era que habían tenido algunos problemas con su hija en la escuela, y entonces me puse a pensar que tan grave tendría que haber sido ese problema para ocasionar que se mudaran tan apresuradamente, claro nunca se me ocurrió que algo como eso podría pasar, pues después de todo no eran una familia tan perfecta y normal como decían...-
El señor sentado enfrente de mi me sonrió levemente, y se marcho, dando por concluida la reunión y sus preguntas, dejándome solo.
