Flores Secas. [Skrillex]

Final alternativo.

Nota: Anto no quiso que la historia terminara así, y como es para ella... Bueh, final alternativo incoming.

Aunque creí que te irías, no lo hiciste.
Te quedaste parado en el marco de la puerta, mirándome.

Me di la vuelta; no quería seguir viéndote, eras una imagen triste de ver.

Y entonces sentí tu voz llamándome, nuevamente.

—Antonia... —te ignoré —. Antonia, por favor —te volví a mirar, y esta vez estabas frente a mí. ¿En qué minuto te acercaste? No lo sé. Sólo sé que estabas muy cerca.

Los sentimientos de hace tantos años volvieron a aflorar, y más aún cuando tú te acercaste más a mí.

Hiciste rozar nuestros labios, y lo sentí dulce, como no lo había sentido en años, habían millones de mariposas en mi estómago con un simple beso.

—Antonia... Sé que han pasado muchos años pero... Nunca terminamos oficialmente —me dedicó una linda sonrisa —, así que... Aún eres mi novia y me estás engañando —ahora su expresión cambió a una seria.

—Yo... ¡Tú me engañaste con Jaymee! —grité en mi defensa. Me miró extrañado.

—¿Qué? Cuando terminé con ella fue para siempre, jamás volvimos —en ese entonces recordé las palabras de Neil. No le creas.

Me siento tonta. En serio.

—Yo... —suspiré —. Sonny, te quiero y todo, pero... Ya tengo una familia —bajé la mirada, tratando de aguantar las lágrimas.

—Siempre quise ser padre —posó su mano en mi mejilla y me hizo mirarlo —. ¿Qué te parece si te divorcias de cómo sea que se llame ese tipo y vuelves conmigo a Estados Unidos?

Sonreí entre lágrimas y asentí con la cabeza.

—Pero dame tiempo, ¿sí? Terminar una relación de 8 años no es tan fácil —suspiré, mientras me preparaba mentalmente para esto.

—Bien, apenas estés lista, ve a Santiago, ¿bien? Me avisas, yo te estaré esperando allí —sonrió con ternura y se fue, dejándome completamente sola.

Estuve un rato paseándome de un lado a otro, mientras hacía mis maletas y las de Owen. Luego de un rato tuve todo listo y esperé a Carlos con mi mejor mirada seria.

En cuanto llegó con Owen me acerqué con un aura de enojo potente hacia él.

—Antonia, ¿qué pasa, amor? —preguntó él comprensivo.

—¿Amor? ¿Aún te atreves a llamarme así? —parecía sorprendido, y mucho —. Sé que me engañas, Carlos. No soy estúpida —me sentía mal por mentir, pero todo sea por Sonny.

—A-amor, te juro que sólo fue una vez —estaba temblando y tartamudeaba un poco —, pero por favor, no me dejes.

—Lo siento, pero me iré. Owen, toma tus maletas, están junto a la puerta —caminé junto a mi hijo hacia afuera de la casa, para luego caminar a la estación de buses. Compré dos boletos que saldrían en 15 minutos y me dispuse a descansar un rato.

Realmente no me creía que Carlos me hubiera engañado, pero por una parte era bueno, ya que así podría estar tranquila con mi bello Ángel negro.

Cuando pasaron los 15 minutos subí al bus con mi hijo, a la vez que llamaba a Sonny para avisarle que ya iba a Santiago.

Luego de eso, él me recibió en la estación de buses, y un día después viajamos a Estados Unidos, donde iniciamos una vida juntos, y bueno, hasta el momento somos muy felices, con nuestros dos hijos, Owen y Noah.