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La escuela

Me costaba creer su forma de actuar, sin preguntar me había inscrito en el instituto de férrica a cargo de Roxanne la líder de gimnasio, luego de mucho reclamar no tuve otra opción cuando mi padre considero aquella propuesta

-Si logras terminar tus estudios, podrían aparecer muchos caminos para tu futuro gracias a tus conocimientos sobre pokemons incluso podrías ser una gran investigadora y ser mi sucesora, hija mía -

El maldito brillo en sus ojos me dejo sin habla, admito que amo investigar pokemon y siempre he admirado a mi padre convirtiéndose en mi ejemplo a seguir, no quería admitirlo en voz alta pero tenía muy malos resultados a nivel escolar, con solo ver mi letra y mi comprensión lectora podías comprobarlo.

¿Se imaginan? Una chica de 12 años, siendo portadora de una pokedex y sin saber leer asistiendo a clases sencillas para los niños normales, que humillante preferiría luchar para ganar la liga Hoenn.

TOC TOC TOC

-¿Sapph estás lista?- se escuchó al otro lado de la puerta del baño, suspiré rendida. Llevaba más de 10 minutos sin terminar de vestir mi uniforme, desgraciada corbata.

-Eeeh SI, ya estoy casi lista jejeje- respondí sin poder esconder mis nervios, una mentira muy poco creíble.

-Ay esta niña, abre la puerta y deja que te ayude,¿Se puede? -

Avergonzada saqué el pestillo de la puerta y él entró con su uniforme perfectamente listo. Debía admitir que se veía muy bien y me distraía por completo su presencia, volví en sí cuando su mano se movió de un lado a otro frente a mi cara.

-¿Q-Qué?-

-Distraída como siempre -bufó- te dije que te dieras vuelta para arreglar tu cabello

Obedecí en silencio y el cepillo acarició mi cabello lentamente, una cálida sensación me recorrió y me inundó una gran relajación, luego de unos minutos el pequeño moño que siempre estaba escondido con mi pañoleta estaba arreglado. Rugby me ofreció su mano y yo no comprendí.

-Corbata-

-¡Ah! Sisisisi toma-

Le entregué con mucha torpeza la corbata que había intentado muchas veces de arreglar pero siempre llegaba a lo mismo. Como por arte de magia sus manos se movieron a la velocidad de la luz y de la onda l corbata ya estaba lista para colocar en el cuello.

-Te recomiendo buscar tutoriales para corbatas, porque no siempre vendré a ayudarte para tu uniforme- dijo antes de irse victorioso y yo me crucé de brazos resignada, me coloqué la corbata alrededor del cuello y dentro de la blusa, saque el último botón de mi cuello y bajé las escaleras de mi casa con mi mochila en la espalda. Mi padre esbozó una sonrisa de oreja a oreja al verme

-Que bien luces Sapphire, ya eres toda chica de secundaria, y cuando menos lo crea ya tendrás tu título de investigadora y tendrás muchos hijos Ruby /Sapphire- dijo casi al borde del llanto, su última frase me avergonzó a mil por hora.

-¡PAPÁ!/¡PROFESOR!-sin darnos cuenta gritamos al unisono, y no comentemos del tono de nuestra cara

-Jajajajajaj es broma, ya vayaqnse - miré a mi padre desafiante, empuje a Ruby a la salida, pero mi padre siguió bromeando con murmullos -o tal vez no sea broma...-

-¡PAPÁ!-

Me fui resignada de mi hogar, muy apenada decidí disculparme, desde aquel accidente en Kanto no dejaba de molestarle con Ruby.

-Relajate, de todos modos con el tiempo te acostumbras-

-de acuerdo-suspiré- ¿cómo llegaremos a Férrica? Tengo a Pilo y Dono que nos pueden ayudar-