Cap 9: la tan esperada cita...o no tanto

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Todo transcurrió lento, después del receso volvímos a clases las cuales se hicieron eternas, parecía que el tiempo no pasaba más y ya estaba cansado, quería llegar a casa, acostarme y dormir.

-eso es todo clase, ya pueden irse - cuando la profesora dijo eso instantáneamente me levante, guarde mis cosas y sali del salón, no espere a Marian, no tenía ganas de soportar su estupidez.

- n-nick - sentí como me agarraron del brazo y de mala gana voltee, al ver que era blake cambie mi expresión a una sonrisa.

- que sucede? - por más que intentara no podría enojarme con blake, el es...demaciado tierno, a mi forma de ver es alguien a quien le cuesta mucho relacionarse y me da algo de lástima que sea ignorado.

- s-solo quería saber si...b-bueno...tu y yo...juntos...cita...tu entiendes...- era una petición un tanto extraña, más bien su forma de pedirlo, no pude evitar reírme, su rostro estaba sonrojado y no me miraba.

- que tierno eres, puede que esté viernes si es que no tienes nada que hacer - acaricie su cabello.

- esta bien - tiro de mi brazo hacia abajo haciendo que me agachara un poco, se acerco a mi y me dio un pequeño besito en la mejilla para después irse corriendo.

- ahora tendré que besarte yo - suspire al escuchar la voz de cobain detrás de mí, a la persona que menos tenía ganas de recordar y como si fuese poco tenia una cita con el, estaba obligado a ir.

- eso ni lo sueñes, blake es muy tierno y no podría quejarme pero a ti te castro - mi paciencia estaba por los suelos.

- no te esponjes gatito - se rio y me tomo de la mano - tenemos nuestra cita - susurro con una sonrisa, eso se me hizo muy lindo, no me miraba a mi, más bien miraba el piso y sus ojos demostraban algo así como felicidad - pasaré por tu casa en un rato -

-esta bien - suspire, mi enojo se había ido, ya sólo quería que el día terminara de una vez para poder dormir. Le di mi dirección en un papelito junto con mi número de teléfono.

Sali del Instituto y camine a paso lento hasta casa, entre, subi a mi habitación, me cambie y fui a la sala a esperar que cobain llegara.
No tardó mucho en llegar, en mi casa no había nadie así que no debía darle explicaciones a nadie de adonde iba ni con quien.

- a donde vamos? - pregunte curioso, yo adoraba las sorpresas y más en una situación así.

- es una sorpresa, gatito - me sonrió y desordenó mi cabello, caminamos un poco más hasta llegar a un lindo restaurante, mire a cobain y el me sonrió, se adelantó y me abrió la puerta, entre algo apenado.
Nos guiaron a una mesa para dos y nos trajeron las cartas del menú.

- es un lugar muy lindo, me sorprende que hayas pensado en algo así - sonrei, me hacia, en cierta parte, feliz que alguien pensara en mi, de todas formas haciendo pequeños gestos como regalarme un peluche o cosas pequeñas me hacia sentir inmensamente feliz.

-estas bien? Hace rato llevas viendo a la nada con una sonrisa, a caso te agrada estar conmigo? - preguntó con cierto tono de sarcasmo, lo mire y le sonrei.

- si, me hace feliz que al menos alguien se proponga a pasar tiempo conmigo, gracias por invitarme cobain - el me miró algo sorprendido, desvío la mirada y pude divisar un pequeño sonrojo en sus mejillas.

- n-no pienses cosas raras, gato tonto - susurro, se me hizo muy linda esa actitud, después de reírme un poco de el escogimos lo que íbamos a comer y ordenamos.
La comida tardó un poco en llegar, cuando lo hizo no tardamos nada en probarla, realmente había escogido un buen lugar, la comida era deliciosa, no era muy cara y el ambiente era agradable.

Después de terminar la comida, entre algunas risas y chistes, cobain pago la cuenta ignorando mis quejas de que no era necesario que pagara todo el.

- ahora donde iremos? - pregunta te ansioso por saber, me había sorprendido con el restaurante y quería saber que seguía.

- shh sólo disfruta - paso su mano por mis hombro y caminamos así, caminamos por una de las grandes plazas que había en la ciudad, esos eran uno de los lugares mas lindos de todos, lugares verdes, llenos de niños jugando por el día y por la noche un lugar tranquilo ideal para pasear con tu pareja.

- que lindo es esto, jamás pensé que esto saliera de tu minúsculo cerebro - suspire, ya no valía la pena enojarse, cobain pudo haber cometido muchos errores en el pasado, yo también cometí errores, era tiempo de dejar las diferencias y empezar a tener una relación mejor con el, seríamos amigos, esa no era una mala idea.

- debería ofenderme pero mejor no - beso mi mejilla y se detuvo, se puso frente a mi y me abrazo por la cintura - te parece si terminamos el día con una noche "romántica" aquí dentro? - señaló con la cabeza en edificio de al lado el cual tenía un cartel enorme que decía "motel", mire el cartel y luego a cobain el tenia una sonrisa en sus labios.

- ahh - suspire - no se por quien me tomas, yo no soy ninguna zorra ni puta para andar acostándome con el primer chico que me ofrezca una linda cena y un paseo, quizás funciones con las chicas pero sabes que? Mejor suerte para la próxima - lo empuje y empecé a caminar a paso rápido.

Retiro todo lo dicho antes sobre cobain, es la peor persona del mundo, es un pervertido, asqueroso que sólo piensa en sexo.

Caminaba rapido por las calles, era tarde, cerca de las 00:00, si alguien estaba en casa despierto me matarían.

Llegue a casa con algo de miedo ya que antes tuve que pasar por un barrio algo oscuro y no estaba seguro de si alguien me seguía. Entre en silencio, cerré la puerta y cuando voltee mi padre estaba ahí.

- esta es la segunda vez, te dije que estas no son horas de llegar - se paro de brazos cruzados frente a mi con cara de pocos amigos.

- e-es ...bueno... m-mira la hora, mejor voy a dormir, mañana tengo que ir a la escuela - pasé por su lado en un intento de escapar, crei que funcionó pero el me tomo del hombro y me volteo.

- te enseñaré que las reglas en esta casa las pongo yo - me dio una fuerte cachetada en la mejilla derecha logrando tirarme al piso, mi mejilla ardía, me había pegado muy fuerte - vete a tu habitación, estas castigado - subi en silencio aún con mi mano en la mejilla golpeada.
Me senté en mi cama mirando el piso, una lágrima se deslizó por mi mejilla izquierda y otra la siguió, empecé a llorar, no podía detenerme, me había dolido más que me tratara tan mal y no que me pegara, era su hijo, su único hijo, el único que aún lo concideraba parte de esta familia toda rota.

- yo no hice nada para merecer esto - me acosté abrazando la almohada y continúe llorando hasta quedar profundamente dormido.

Ya lo Dije Y Lo Vuelo A Decir ¡No Soy Gay!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora