Cambiando El Destino

#3

La chica de coletas se asombro ante la reacción del felino. Recibió el abrazo, lo necesitaba.

-Chat?  - susurro la azabache - lo quería...  Y mucho

No quería llorar en frente de el... pero no lo soportaba.

Chat Noir la abrazo mas delicadamente, como si fuera una muñeca de porcelana. Como si fuera la cosa mas delicada del mundo

- Marinette... My lady yo no sabía que reaccionarias así, si yo no te hubiera preguntado... no te vería llorar - suspiró - las princesas no lloran

Marinette sonrió, ese gato la hacía sentir mejor

5 minutos después,  Marinette se había quedado dormida en los brazos de Chat

¿Como no se dio cuenta antes de lo maravillosa que era Marinette?

Se levanto delicadamente de la cama, para no despertar a la azabache.

-Gato tonto - susurro Marinette dormida

Chat Noir sonrió,  era algo satisfactorio para el que Marinette soñara con él.

Salio por la ventana,  sin antes dejar una pequeña nota y claro limpiar el florero roto.

Al día siguiente...

Marinette despertó decidida

Tener una charla con ese gato la hizo sentir con demasiados ánimos como para ir de nuevo al colegio.

Vio una pequeña nota, sobre un nuevo florero...  ese gato era lo mejor del mundo

Para mi querida princess:
     Lo siento si me fui antes... Espero volver a verte Marinette.
   ¿ My lady le parece bien que la vaya a visitar cada noche?
    Creo que seria lo mejor para ambos, ¿ahora necesitas un amigo? Pues ya tienes uno
   Iré esta noche también, no acepto un no como respuesta!
El príncipe de tus sueños, Chat Noir.

Sonrió, a veces el era demasiado terco.

-Buenos dias Marinette - dijo Tikki

-Hola Tikki

-Que paso?

-Nada,  por qué la pregunta? 

- Te veo más feliz Marinette

Marinette se fijo la hora... 8:50 a.m.

Se vistió lo mas rápido que pudo, saludo a sus padres y se fue corriendo al colegio.

Entro al colegio buscando a su amiga ¿Dónde se había metido Ayla?

-Marinette!

-Buenos días Ayla - dijo esbozando una sonrisa

-Nos tenias preocupados!  - suspiro su amiga

Volteo a mirar a todos, su amiga tenia razón

-Lo siento por preocuparlos...  - susurro Marinette.

-No importa, ya estas aquí! 

Se sentó al costado como siempre,  lo único malo era... ¿Como vería a Adrien ahora?

-Buenos días Marinette - dijo Adrien sonriendo

<<Viniste>> dijo en sus pensamientos el rubio

-Buenos días Adrien - dijo Marinette un poco molesta ¿Se atrevía a hablarle normal después de eso?

-Adrinkis! - se escucho una voz chillona en todo el pasillo

No era mas ni menos que la chica que es culpable de la mayoría de akumas.

Chloe...

-Volvió la panadera?  - dijo algo molesta la rubia

-Buenos días para ti también Chloe - respondió Marinette rodando los ojos

-Bueno creo que esos lugares me pertenecen - dijo señalando a Marinette y Ayla

-Nosotras llegamos antes Chloe - respondió Ayla molesta

-No importa!  Solo estaré cerca a mi Adrien

Se colgó en el hombro de Adrien, la cara de este se mostraba entre frustrado e irritado.

-Sabes que?  Creo que esta bien, ¿vamos a otro sitio Ayla? - pregunto la azabache

-Pero Marinette! - se acerco al oido de su amiga - va a estar cerca a Adrien!  - susurró

La chica azabache miro a su amiga y negó con la cabeza

-Vamos a otro lugar, a veces son buenos los cambios

Ayla miraba confundida a su amiga ¿Que le había sucedido?

-Claro Marinette

La azabache miro a un chico de cabello rojo que por casualidad de la vida había 2 sitios libres atrás de el.

-Buenos días Nathaniël - saludo la chica al pintor

-H-hola Marinette - dijo con un toque de nerviosismo 

Empezó las clases y el chico de ojos esmeralda no dejaba de mirar a la azabache ¿Por que se veía tan feliz junto al pintor? 

-Adrien ¿hermano te sucede algo? - pregunto  Nino

-No ¿por qué?

-No has dejado de mirar a Marinette desde que comenzaron las clases, ¿te gusta?

-No... Nino a mi me gusta ladybug

El rubio volteo a volver a mirar a su amiga de ojos celestes y cruzaron las miradas

Marinette fue la primera en apartarla...  no quería que esos sentimientos hacia Agreste volvieran

Adrien suspiro rendido, Chat Noir la haría volver a la normalidad

Sonrió para si mismo, la vería cada noche. 

Porque la quería proteger... Ella era como una nueva princesa