Capitulo 0

18.9K 876 36
                                    


¡Hoy es un buen día para dormir! ¿Para qué ir al Doctor? Lo único que hacen es usar utensilios fríos en él cuerpo de una... ¡Mierda! Si tan sólo hubiera pensado en eso antes de haber pedir una hora en ese centro medico.

Hace unas semanas llevo sintiendo unos dolores muy fuertes en él costado izquierdo de lo que con mi poca experiencia medica puedo identificar como mi útero, si... Eso debe ser.

Al comenzar con los dolores pensé en un montón de posibilidades, donde la principal seria él inicio de mi periodo ¡Pero no! El muy maldito se me había cortado hace solo tres días antes del inició de los dolores, así que claramente tampoco eran cólicos.

Por lo mismo ahora me dirijo en mi auto a él maldito consultorio recomendado por mi cuñadita. Según ella son profesionales en él tema.

Me estoy acercando a la dirección dada, todo seria más fácil si Sandra mi cuñada, me la hubiere dado por mensaje y no por escrito, de la primera forma sólo hubiera puesto el Gps y ¡Guala!... Aunque es mi culpa por nunca haber aprendido a poner dirección a mano en el Gps y no a mando de mi celular. Ahora sólo falta una doblada a la izquierda y ¡Listo! Recorro con la vista al gran edificio frente a mi, estoy frente a la clínica Faunler de fertilidad...

¿Fertilidad? ¿Me habré equivocado de dirección?

Sandra me habrá dado mal la dirección, si eso debe ser... ¡Imposible! Se la pregunte unas mil veces ayer.

¡Ya se! Quizás y la clínica cambio hace un día de dueño, pasando a ser una de fertilidad, no ¿Cierto?

O no sera que... ¡Me engaño! Ya sabia yo que era una arpía, nunca la debí dejar casarse con mi hermano ¡Me quería embarazar!

En eso que la mato mentalmente y donde los autos detrás del mio se comienzan a desesperar, iniciando a tocar sus bocinas en mi dirección.

¿Hay algún problema? Sólo me estacioné frente al semáforo. Suena mi celular, pero como toda una conductora responsable contesto con él manos libre.

- Hola.- contesto. Mi lista de reproducción sigue dejando escuchar Stole the show ¿Por qué aparece justo cuando no la puedo cantar?

- ¡Al fin contestas!- grita Sandra. Waw, además de hacerme perder mi tiempo enviándome a una clínica de fertilidad se atreve a gritarme ¿Que se cree esa rubia mal teñida?

- ¡Me quieres embarazar!- gruño. La costumbre de interrumpirle aún no se me ha ido, por lo mismo al escuchar el inicio de una palabra salir de si boca, la interrumpo con un simple sonido de molestia proveniente de mí boca, de ese modo la dejo sin tiempo de seguir hablando.

- Oh, tarde.- murmura ya pasado unos segundos de silencio.- No querida, por eso te llamaba.- con ganas de iniciar una larga charla quejandome de su equivocación, soy interrumpida por su voz.- Ese centro está especializado en la fertilización, pero también es una de las mejores clínicas atendiendo problemas del área femenina.- informa. Repasando lo dicho, logeo aclarar todas las incógnitas de mi enredada mente. Pasado unos momentos la escucho reír desde la otra linea y sin verla se que está negando con su cabeza.

- Ja, si sabia.- ¿Siempre tengo que quedar en ridículo frente a la rubia? Si no fuera mi amiga de preparatoria ya la habría ahorcado por el susto.

- Aja, lo sabias.- le gruño por el tono burlesco de su afirmación.- Lo se, no te enojes.- vuelve a dejar un silencio.- Sólo llamaba por mí, cómo a mí se me olvida, te lo quería decir.- escucho su risa y a alguien hablando cerca suyo.- Ya Ema, me encantó acordarte para acordarme, pero tengo cosas que hacer. Te veo él domingo en la cena, adiós.- se despide.

- Bye.- le digo y corto la llamada.

La cena...

Me giro mirando hacia él taco de autos impacientes por mí avance en la calle y después observo al centro de fertilización ¡Casi me muero! No es por nada él que no tenga pareja estable a mi edad.

Tengo una razón muy buena y es el miedo al compromiso, al cuál le suele seguir la idea de los hijos ¡Dios me salve!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tengo una razón muy buena y es el miedo al compromiso, al cuál le suele seguir la idea de los hijos ¡Dios me salve!

Tengo veinticuatro años y no espero tener hijos por lo menos en unos diez o doce años más, y si les soy sincera lo estaría haciendo por obligación.

Yo en ésta vida no espero ni esposo ni hijos, menos compromisos.

\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\///////////////////////////

¡hola!
Espero que les guste esta reseña.
¡Ah! quiero aclarar que no soy mucho de escribir dramas, no voy por ese lado.
Si les gusta estaría encantada que me lo hagan saber y así sigo escribiéndola.

Eso ~ besos.

PAZ se despide.

Ultima OpciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora