San Diego

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Al día siguiente fui con papa a desayunar a una cafetería, estuvimos platicando una hora y después volví con Fernanda para ir de compras, la mayoría de mis cosas las envié a San Diego hace unos días así que compre algunas cosas para llevar, Fernanda compro bastante ropa y zapatos y al final fuimos por un helado, a las dos fuimos a casa a comer con papa y Hanna, hizo Lasagna, comimos alegres y después vimos TV, a las 3:30 fuimos al aeropuerto, al llegar los señores ya estaban esperándome, fueron a registrar mis maletas y yo me quede con mi familia, cinco minutos después llegaron Alex y René, llamaron a mi vuelo y me despedí de todos con un abrazo.
Cuando cruce por el identificador de metales escuche a alguien gritar mi nombre, al voltear estaban mi madre y hermano ahí pero ya no pude volver, era demasiado tarde.
En el avión me tocó sentarme junto a un chico de unos 23 años que me contó de su vida, estudió en el D.F y ahora va a trabajar a Los Ángeles, yo le conté mi historia y el me escucho atento, me coloqué los audífonos y dormí dos horas, me despertó Aldo, el chico junto a mí y me dijo que ya íbamos a aterrizar, coloque mi cinturón, apague la música y me prepare para aterrizar.
En el aeropuerto quede con Aldo para salir a platicar alguna vez, yo iría a San Diego y el a LA, encontré a mis "abuelos" y fuimos a la entrada, ahí había un chico castaño esperándonos, su sonrisa era preciosa y se veía muy amigable.
-tú debes ser Lisa- dijo y me abrazo -soy Dylan, y ahora somos primos- creo haberlo visto antes, me parece muy familiar pero no tengo idea, al salir del aeropuerto había algunas niñas gritándole a Dylan y dos me lanzaron insultos, yo solo hice cara de indignacion y me subí a la camioneta mientras Dylan y un guardaespaldas subían las maletas, yo iba de copiloto, Dylan manejaba y mis abuelos iban atrás con el hombre grandote.
-Así que, ¿cuántos años tienes Lisa?- dijo de la nada
-Cumplí quince hace unos meses- conteste -¿y tú?- le pregunte de vuelta.
-cumpliré 18 el mes entrante, espero que asistas a mi fiesta- este chico comienza a caerme demasiado bien -¿qué tal si vuelo?- dijo en general.
-Bastante largo- dijo la abuela y Dylan asintió para después colocar música para el resto del camino. Duramos cerca de una hora para llegar a una casa enorme, es cuatro o cinco veces la de papa, me dijeron que conociera la casa y Dylan me acompañó, en el primer piso había una sala preciosa de piel color beige, una cocina americana enorme y muy linda con tonos cafés, también está la oficina del abuelo y un estudio de la abuela con muchas guitarras e instrumentos de todo tipo, el cuarto de los abuelos estaba también en el primer piso, en el patio había una alberca enorme junto a un jacuzzi, un azador de ladrillos, bastante pasto y bancas por todos lados y un san Bernardo hermoso casi de mi tamaño, en el segundo piso había una sala de cine con una pantalla gigante, una habitación a la cual no podemos entrar,  un mini bar, la habitación de Dylan y la mía, era preciosa estaba enorme, tenía una cama matrimonial, un enorme closet donde estaban acomodadas ya mis cosas, un baño con tina, en el pasillo del closet y baño había un lavamanos con un espejo grande, tenía varios cajones muchos de ellos llenos de maquillaje o cosas de mujeres, la de Dylan era igual o más grande que la mía y ambas tenían balcones. En el tercer piso había 4 habitaciones de huéspedes y dos baños. Después de ver la casa fuimos a cenar con Dylan y los abuelos, al terminar me dieron la bienvenida a la familia Dauzat y me fui a dormir.

Viviendo al máximo (Daniel Skye)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora