-Fer, no estés triste mi niña, papá y yo hemos tomado ésta decisión- dijo Ella acariciándole la mejilla a una niña de ojos grandes y oscuros, con un cabello divino color castaño-te aseguro hija que todo estará bien
-Pero mami yo no quiero que ustedes dos se separen- dijo
-Es necesario pequeña, pero que nos separemos no indica que no nos seguiremos viendo, siempre estaremos juntos, porque tenemos algo en común y eres tú-
Aquella niña, que sólo tenía 6 años, era muy joven para comprender que todo en la vida tiene una fecha de caducidad, de hecho, sus padres no tenían las palabras idóneas para expresarle y explicarle el porqué de su decisión. Ellos no podían pretender que aquella niña, tan inocente y feliz comprendiera que la vida está llena de mentiras, odios y rencores, ellos no tenían derecho de acabar con la ingenuidad de un niño, y no lo hicieron...
-Vele el lado positivo, ahora tendrás dos casas, dos habitaciones, muchos más juguetes que antes, será una experiencia distinta, y compartirás del amor de ambos- dijo su mamá
-Pero mami, yo puedo tener todo eso y seguir compartiendo con los dos en la misma casa-
-Lo sabemos pequeña, pero debes entendernos-
¿Cómo puede un padre pedirle a un niño que entienda esa situación? Es ilógico pedir ese favor, casi que inhumano, un niño aún no tiene la madurez necesaria para afrontar un divorcio, y verle el lado positivo, y como era de esperarse, aquella niña de ojos oscuros y piel morena, lloró de manera desconsolada, apegada al brazo de su papá
-Sólo prométeme que éstas serán las últimas lágrimas que derramarás en mucho tiempo, que de mañana en adelante siempre vas a sonreír, que siempre pensarás bonito, para que me inspires a mí y a los demás- dijo aquel hombre, apuesto y robusto
-No quiero prometerte eso-
-Hazlo-
-No le pidas eso a la niña, Eric-
-Debo hacerlo Ella, no quiero que llore más-
-Lo prometo papá, no lloraré, de mañana en adelante yo sonreiré-
Es sorprendente que alguien tan pequeño, tan frágil y vulnerable pudiera asumir tal compromiso, pero sería más sorprendente aún que lo cumpliera, porque...¿Quién no lloraría en un mundo así, tan dañado y lleno de personas que sólo buscan dañar al otro?