Maldita seas Ariadna

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¿De qué te sirve ya tu ovillo?

Tendrás que tejerle un trofeo

al victorioso minotauro

Dejaste entrar a Teseo

al laberito sin tu hilo

sabiendo tú los peligros

de sus innumerables senderos

Maldita seas Ariadna

Yo sé bien, te lo repites

Sabías, del laberinto infinito,

no saldría ni con gloria ni con vida

No lo esperes más, te lo digo

ni inculpes al hombre toro

él sólo aceptó el sacrificio

del hombre que le entregaste

Maldita seas Ariadna

te grita todo el futuro

con tu desventurado descuido,

cambiaste toda la historia

El grito todavía resuena

son muchos los que reclaman

Tendrás que reescribir la historia.

Es tu infinito castigo. !Ahora empieza¡

Cuentos OniricosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora