Escribo para decirte que vas a morir.

La segunda señal.

Esta no me llegó hasta varias semanas después de haber visto la primera. 

Al lado de tu ventana, (la cual veía desde mi propia habitación) aparecieron unas extrañas marcas. Unas parecían haber sido hechas por unas uñas muy grandes y las otras eran simplemente manchas deformes pero parecían hechas con algo rojo brillante mis primeras sospechas eran que ese líquido era sangre pero cuando hablé con mi madre me dijo que era un edificio viejo, que la pintura se habría corrido y que habrían salido goteras. Pero mis sospechas se confirmaron cuando te vi con heridas al día siguiente de camino al colegio, cuando volví a ver a aquella sombra seguirte y cuando me dí cuenta de que no pueden salir goteras en las paredes.