La tercera señal.

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La última señal me la diste tu mismo, supongo que sin querer, mediante varias cosas que hiciste. Parecía que te empezabas a percatar de la extraña presencia que te llevaba siguiendo ya un tiempo y cada vez que salías a la calle lo hacías con temor a la sombra, siempre intentabas andar por las partes con sol. Luego tus padres empezaron a llevarte al colegio en coche cosa que, aunque suene egoísta me alivió porque yo también paré de ver la sombra. Pero cuando antes de ayer dejaste de ir al colegio me preocupé y pensé que ya era tiempo de decirte lo que sé.

Escribo para decirte que vas a morir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora