capítulo único

32.9K 2.3K 1.8K
                                    

Sé que está mal tratarlo así, sé que golpearlo no está bien, insultarlo tampoco. Pero, ¿qué más puedo hacer? No sé como demostrarle que lo amo, no sé cómo hacerle una caricia sin dañarlo, sin romper su piel, sin verlo sangrar.

No puedo más, necesito hacerlo mío, sólo mío, que nadie más lo toque, que nadie más lo mire. Que me pertenezca sólo a mí.

Ya no domimo lo que hago. Tomo a Deku y lo estrello contra la pared. El impacto fue tan fuerte que quedó inconsciente. Este será el primer paso para hacerlo mío.

Tomé su cuerpo. Deku, ya sin voluntad, se dejó tomar sin problema alguno. Quiero parar, quiero dejarlo, pero mi cuerpo no deja de moverse.

Lo llevé hasta mi cuarto, lo amarré a la cama. Conociéndolo, él luchará por escapar, pero no dejaré que lo haga, se quedará conmigo, por siempre, para siempre.

Me siento a su lado, esperando a que se despierte. Veo su rostro, disfruto de cada detalle de él, sus delicadas facciones, siempre adorables. Pero, su delicada piel se ve manchada por un gran moreton. ¿Por qué mierda, cada vez que lo toco le hago daño?

Deku comienza a tomar conciencia y al verme, su rostro se llena de pánico. Trata de escapar, pero yo no le digo nada, sólo lo miro. Y cuando intento tocarlo, rehúsa mi tacto, se aleja de mi, trata de huir.

-Kacchan, déjame ir, por favor- suplicó. Pero no lo dejaría ir. Él sería sólo mío.

-Te odio Deku- susurré acercándome a su oído - te odio, eres la persona que más amo, por eso te odio.

-Kacchan, dejame ir- su voz suplicante resonó por la habitación- tú no eres así, no hagas esto.

-Serás sólo mío, Deku- llevé mis manos hasta su abdomen y comenze a tocarlo. Disfrutando su cálida piel.

-No lo hagas- susurró- no lo hagas por favor.

Ignoré sus palabras, ignoré sus suplicas y comenze a besar su cuello. Se quejaba, pero eso sólo me insitaba a hacerlo aún más, a dejarle marcas en su piel.

Necesito mas de él, tocarlo más, sentirlo más. Me termino por desesperar y comienzo a desnudarlo, se resiste un poco, pero en unos segundos lo dejo sólo en ropa interior. Por unos momentos lo contemplo. A mis ojos, él es simplemente hermoso.

Comienzo a acariciar su miembro por sobre la ropa. A pesar de que reprime sus gemidos, sé que lo disfruta. Su voz reprimida simplemente me exita.

-Para...no lo hagas- trató de patearme- no hagas esto.

-Deku...- susurré contra su cuello antes de morderlo.

Las caricias que le comencé a dar aumentaron. Ansiaba más de él, ansiaba hacerlo mío, poseerlo.

Sé que disfruta mis caricias, su erección y gemidos me lo dicen. Sé que está mal obligarlo a hacer esto, la culpa me corroe, pero no puedo parar, no ahora.

Ya lo he desnudado casi por completo, sólo está su ropa interior cubriendo su miembro. Es la primera vez que me doy cuenta. Tiene pecas en la espalda, son como estrellas en su piel. Maldición, esos pequeños detalles del nerd me hacen amarlo más.

-Kacchan...- comenzó a forcejear- para- el maldito nerd logró darme una patada, tirandome así lejos de él. Aquello le dio la chance de soltarse de las amarras y correr a encerrarse en el baño.

La patada de este estúpido me aturdió. Con el tiempo se ha vuelto fuerte el muy estúpido.

No se cuanto tiempo estuve en el suelo, pero cuanto estuve consciente otra vez lo primero que oí fue un llanto desolado. ¿qué mierda le hice a Deku?

-De...Deku- gatee hasta la puerta del baño pero como esperaba, estaba cerrada- Deku...lo...lo siento- no me es fácil decir esto.

Deku no me decía nada, nada, sólo se limitaba a sollozar, me parte el corazón escucharlo así, y me destroza más el saber que yo fui quien provocó su llanto.

-Eres un idiota...Kacchan- lo escuché susurrar- idiota, idiota, idiota- repitió muchas veces.

-Deku...lo siento- balbuceo- no, no podía parar.

-¿Por qué lo hiciste?- preguntó - sé que te gusta molestarme, pero no tenías que llegar a esto.

-Esto...no lo hice para molestarte- me pegué a la puerta- Deku, maldito nerd, ¿no lo entiendes? Te amo, quiero que seas mío, sólo mío.

-Kacchan....cállate- me susurró- no asumas cosas sólo... te amo, Kacchan idiota, pero...

- Nerd, perdóname- golpeé la puerta hasta que mi mano sangró - lo siento, abre la puerta, no te haré nada.

El silencio inundo la habitación, éste sólo era roto por los sollozos de Deku. Mi corazón se parte cada vez más con cada sollozo. Quiero abrazarlo, pero no con lujuria, no con deseo.

Después de un rato, pude escuchar como Deku sacaba el picaporte de la puerta y la abría sólo un poco. Inmediatamente termino de abrir la puerta y entró, con el anhelo de abrazarlo, con el anhelo de besarlo.

Pero la visión de él, en el suelo; de sus ojos aún brotaban lágrimas, temblando de frío y miedo, con su piel aún con marcas del forcejeo.

Me agacho y me acerco a él. Estiro la mano para tocarlo, pero mi nerd se encoge, con miedo de que lo vuelva a dañar.

-No te haré daño- a pesar de su miedo, deja que lo toque- te prometo que no te haré daño.

-Kacchan- susurró mi nombre- por favor, no vuelvas a hacer esto.

-Te lo prometo- lo abrazo, escondiéndolo en mi pecho. Con algo de temor él se acomoda.

No se cuanto tiempo estuvimos así, sólo se que se quedó dormido. Lo tomé y lo fuí a dejar a la cama, lo arrope y me acosté con él.

- Kacchan- susurró- si quieres, puedo ser tuyo...pero no de esta manera.

-Esta bien- sé que estoy sonrojado, pero ya no me importa, lo único que quiero es estar con él, abrazarlo- te lo prometo.

-Te amo...Kacchan- me dio un pequeño beso en la barbilla. Era la primera vez que sus labios me tocaban por voluntad propia.

Sé que es impropio de mí, el hacer todo lo que hecho, pero en esos momentos no pude controlarme, simplemente no pude hacerlo. Por eso dañe a quien más amo.

Sé que dije que cosas que nunca diría, pero debía sacarlo de alguna manera.

Estuve mal, lo sé, no puedo adueñarme de Deku, porque ya, sin saberlo, él era mío, y no por obligación, por su voluntad. Y yo soy de él, y siempre será así.

Desde este momento en adelante, siempre recordaré que nadie le puede pertenecer a nadie. Todos son libres, y cada quien, se ata a la persona que quiere.

Instinto De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora