Capítulo 1: Eres Dylan, la prima de Becky.
—Entonces, ¿estás diciéndome que odias a la señora de en frente? ¿A tu vecina? —Seguí a la abuela una vez entramos a la casa. Jeremy estaba subiendo las maletas, y en una situación normal, probablemente, yo también estaría subiendo a ver cómo es mi habitación, pero ahora mismo estaba más interesada en saber qué churros le pasaba a mi abuela.
—Exacto —Alicia chasqueó la lengua y tomó un vaso de la alacena de la cocina. Me dejé caer en el taburete de la barra.
—Estás loca.
—Las mejores personas lo están, cariño.
Bufé, levantando mi flequillo ligeramente. Melissa llegó a la cocina también y comenzó a lavar la losa. Yo, por mi parte, no hacía nada.
—¿Por qué se odian? —pregunté enarcando una ceja en dirección a mi abuela.
Ella me miró, con la inexpresividad plasmada en su rostro.
—Esa, cariño, es información clasificada.
Rodé los ojos y me levanté del taburete para seguir a Jeremy escaleras arriba. Quizá él y yo podíamos hacer algo más interesante. Él estaba echado en la cama observando el techo sin decir nada. Me senté en la otra cama. La habitación era grande, lo admitiré. Y la abuela la había decorado, combinaba los colores rojo, azul y negro, haciéndole lucir moderna. Había dos camas acomodadas de forma paralela. Él se había instalado en la de la izquierda, yo en la de la derecha. Frente a las camas estaba un enorme mueble con una pantalla plasma sobre él. En la cama de la derecha, había un tocador, y al pasarlo, encontrabas un balcón.
—No nos aburriremos este verano, Dyl —soltó Jeremy desde su cama. Yo asentí, aunque no podía verme.
—Así parece, Jem.
Él se levantó de su cama y caminó hacia el balcón, pero no abrió la puerta corrediza para salir de aquí.
—¿Quieres ir a alguna parte? —preguntó.
—Se me antoja ir por algodón de azúcar, ¿qué dices?
Jeremy asintió y se giró hacia mí con una linda sonrisa.
—Me daré un baño y nos vamos, ¿vale? —Asentí desviando la mirada a las maletas.
—De acuerdo, yo haré lo mismo.
Él salió de la habitación. Yo me acerqué a las maletas. Él llevaba una y yo otra. El plan había sido no traer muchas maletas, sólo una cada uno, porque aquí compraríamos más ropa. Tomé la mía, la abrí y comencé a sacar mi ropa y meterla a los cajones del closet que estaba del lado de la cama de Jeremy. Para cuando, él salió de la ducha, yo ya había deshecho mi maleta y ya tenía la ropa que me iba a poner.
Una vez me duché y me cambié de ropa, Jeremy y yo bajamos a la sala, donde Melissa y Alicia estaban viendo la televisión con un gran bol de palomitas.
—¿Adónde van tan guapos? —cuestionó Alicia tomando otro puño de palomitas. Le di mi mejor sonrisa.
—Queríamos ir a comprar algodón de azúcar a la plaza —le dije acordándome de la plaza que había visto cuando veníamos hacia acá—. ¿Quieren ir? —invité con amabilidad. Melissa dejó al lado el bol de palomitas y sonrió. Alicia hizo lo mismo y subió corriendo las escaleras para cambiarse de ropa.
—¿De dónde son en realidad? —inquirió Melissa con curiosidad.
—De Carolina del Norte —respondí yo.
—De Duplin para ser más específicos —añadió Jeremy con una sonrisa.
—Woah, yo tengo una prima que vive allá.
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Abuelas en guerra [AEG].
HumorDylan Konroe estaba preparada para pasar un aburrido verano al lado de su mellizo Jeremy Konroe y su abuela paterna Alicia Konroe. Dylan y Jeremy son inseparables, además de que su carácter sarcástico y su amor por las bromas, los hace aún más apega...