Capítulo VIII

711 34 21
                                    

Narra Ciel

Zero me ignoraba, no puedo creer su cambio de actitud, no confiaba en nosotros, en mí, pero ¿Podía culparlo? Imagina despertar más de 100 años después y que desconocidos digan conocerte.

Ha pasado una semana y Zero lentamente se empezó a acostumbrar a los que lo rodeaban, pasaba la mayor parte del día en la ciudad, supongo que explorándola. Le di una de las tantas habitaciones de la mansión; con lo grande que era esta no tenía problemas con ello. Las últimas noches he dormido tranquilamente, algo que extrañaba bastante.

Sin embargo, el solo pensar en el clon de Zero me aterraba, como si tuviera un cadáver en el closet, bueno, sótano. Me había empeñado tanto en traer de vuelta a Zero que estaba casi listo, solo algunos códigos y podría hipotéticamente activarlo, pero ahora no era el momento de siquiera pensar en ello.

Estábamos en una de las, como él nombró, "sesiones terapéuticas", sólo que esta vez nos tomamos el tiempo de analizar su nuevo y misterioso cuerpo. -¡¿Podrían no tratarme como si fuera un experimento?!- exclamó, estaba en medio de un enjambre de científicos, que retrocedieron a la vez.

Batas blancas rodeaban su cuerpo carmesí, tomando muestras y escaneándolo, además de tener sensores en casi todas las partes de su cuerpo. Hice que se sentara, soy algo así como quien ayuda con su comportamiento, pero podía ver lo enojado que estaba y creo que no aguantará mucho más. Cuando "este" Zero se enfadaba era impredecible, aunque nunca vi a "mi" Zero realmente enfadado.

-Bien, ya es suficiente por hoy- dije mientras todos los científicos me miraron decepcionados y Zero se quitaba los aparatos que tenía encima para luego salir por la puerta. Reí entre dientes y lo seguí. La investigación se estaba haciendo en lo que solía ser la base de la resistencia, por lo que un transporte nos llevó al lugar donde había dejado mi auto, en Neo Arcadia.

Estábamos de camino a mi mansión, era mediodía y no tenía ninguna reunión a la que ir así que cambie de rumbo y al rato llegamos a uno de mis restaurantes favoritos, bastante simple la verdad, por eso me gustaba. Zero me miró, su cara carecía de emoción alguna, -¿Qué hacemos aquí?- cuestionó. Salimos del auto, -Sucede que soy humana y necesito alimentarme, eres bienvenido a unirte- él solo asintió y nos sentamos en un puesto cerca de la salida, lejos de otros clientes. Ordené un milkshake y una hamburguesa, había hecho un trato con el dueño, por lo que los meseros hacían lo posible para que no nos prestaran atención los presentes.

Devoré mi hamburguesa, pero a medio camino miré a Zero que observaba por la ventana hacia el infinito. -Zero, ¿Quieres energy crystals?- Pregunté, el negó, -soy un reploid de combate, fui diseñado para procesarlos eficientemente, puedo pasar días sin comer-.

Realmente no me sorprendió, Zero siempre ha tenido un cuerpo fascinante, esperen, no me refería a eso ò///ó. Asentí y continué con lo mío. Por fin él inicio una conversación -Me estaba preguntando,- miré por encima de la hamburguesa con interés, -¿Hay alguna manera en la que me pueda unir a alguna fuerza de seguridad, algo así como unos nuevos Maverick Hunters?- lo pensé, pero negué con la cabeza, -Algún día, pero por ahora necesitamos entender que te ocurrió, cundo lo logremos te prometo que encontraremos un lugar para ti- respondí con el tono más reconfortante que pude.

Narra Zero

Hace 5 minutos. Estaba aburrido; fui diseñado para luchar, no para estar sentado todo el día. Eran más o menos las 9PM y fuera estaba obscuro, estuve encerrado casi todo el día. Ciel estaba en algún lugar de la mansión y me encontraba deambulando sin rumbo. No puedo soportarlo más, tengo que salir de aquí.

Ahora. Por eso es que estoy caminando por la ciudad cubierto por mi capa. Me mesclaba perfectamente con la multitud, o lo que quedaba de ella. La obscuridad de la noche sacaba a la gente más sospechosa de la ciudad y pasaba perfectamente como uno de ellos.

Necesito tener algo para trabajar, algo que lograr, algún objetivo. Entrenar no sirve de nada si no te pones a prueba. Ya era casi medianoche, pero eso no me perturbaba y continué caminando.

Pronto me encontré en un barrio bajo, un lugar donde la gente normal no le gustaría estar en medio de la noche, luego de caminar un poco escuché un grito. Al buscar su origen me encontré con una mujer con dos tipos enfrente. -Vamos preciosa,- uno de ellos sacó un cuchillo mientras sonreía -no te heriremos.- Intentó tomar su bolso, que cayó al suelo en cuanto una sombra apareció sobre él.

Ambos se dieron vuelta para verme justo antes de que los golpeara en el estómago, desmayándose; Hmm, esperaba un desafío. La mujer temblaba, me arrodillé para recoger su bolso y se lo entregué, -Gracias señor- dijo intentando dejar de temblar, pero no lo lograba.

La miré detrás de mi capa, tenía sus veintitantos y era delgada,-no deberías estar fuera tan tarde, ve a casa- ella asintió un tanto triste, como un niño que está siendo castigado por sus padres y se fue.

Miré alrededor, el barrio estaba completamente vacío, la única compañía que tenía era un foco que me iluminaba. Me quedé un momento, quizá no me pueda unir aún al ejercito Neo Arcadiano , pero no me han prohibido trabajar en solitario. Me alejé del lugar con muchas ideas en mi cabeza; sin embargo no tenía idea en lo que me estaba metiendo.

Yeeeei!! El capítulo 8 al fin está disponible :D

--Inserte mensaje ocurrente aqui :B--

Gracias por leer, volveré!! (en un mes o dos)

Megaman Zero: RevelacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora