—¿podemos comenzar la clase? Quiero irme.—dijo sentándose en una caja.
—Pero si acaba de llegar.—Hongbin sonrió mostrando sus hoyuelos.
—Pero no quería venir.
—¿Y por que está aquí?
—¿Qué le importa? Sólo enséñeme a cantar y ya.
—Pero yo...—
—No balbucee, no le pago para eso.
—No me paga.
Catherine cruza ambas piernas y desabrocha un poco su camisa.
—Abra la ventana, muero de calor aquí.
—Mejor prendo el aire acondicionado ¿No cree?
—Como sea, pero no quiero sudar.
—¡deje de comportarse como una princesa! —dijo prendiendo el aire, lo cual Cath aprovecho para verle el trasero, fue lo primero que vio al entrar a ese salón de prácticas, y si tenía que pasarla ahí todos los días, iría con tal de ver ese gran talento, eso hacía en sus clases de baile con el maestro HakYeon, y también lo haría con Hongbin.
—Soy una princesa.
—No es más que sólo una niña de papi, se nota a kilómetros.
—¡No vine aquí para que me insultarán!
—No la estoy insultando, es la verdad.
—No me conoce como para presumir mi vida.
—La presumiría si fuera buena.
—¡Es usted un imbécil!
—¡cuide su lengua señorita!
—¡¿ahora yo?! ¡Llevo media hora aquí, y en lugar de aprender esta gritándome!
—¿Y quien demonios empezó?
—Obvio que usted.
—¿Ves como es mimada?
—¡No es cierto!
—Tu no puedes aceptar que cometes un error ¿verdad?
—¡jamás!
—Mimada.
—¡Usted es un pésimo maestro!
—Ni siquiera...
—No, no me ha enseñado por que no deja de gritarme.
—Yo no...
—Claro que tiene la culpa.
—Escucha mimada...
—¡deje de llamarme así!
—¡¿y si no quiero?!
Hongbin la acorralo contra la pared. Odiaba a las niñas de papi, creían que podían tratar a todo el mundo como se les da la gana. Además de que tenía muy poca paciencia, y ella no sería la excepción.
—¿Le dirás a papi para que te compre un auto rosa, y un gatito, y un castillo?
Hongbin estaba muy cerca de ella, catherine pudo notar un poco más ese bello rostro, y noto su muy trabajado cuerpo aún por encima de la tela. La puerta se abrió, haciendo que ambos girarán a ver quien entro, un chico con semblante serio y algunos papeles en las manos los miro como si fueran bichos raros.
—Lee Hongbin.—dijo en un tono bastante suave.
—Hyung.—respondió el alejándose de la chica.
—Creí que habías vuelto al departamento.
—Me quede limpiando un poco.
—Es tarde, ve a casa a dormir.
—Si, Hyung.
—¿Yo estoy pintada o que? —hablo Catherine.
—Una disculpa por mi retraso señorita Park, mi nombre es Leo, soy su maestro de canto.
Catherine miro sorprendida a Hongbin, quien tenía una sonrisa burlona en su rostro. Le daban ganas de darle un gran golpe en su bonito rostro para borrarle esa estúpida sonrisa encantadora.
—Tan mimada, que no te diste cuenta que yo no era tu maestro.
—HongBin.
—Lo siento Hyung.
Hongbin se fue, Leo comenzó a hacer unos apuntes en su cuaderno.
—Ya que me retrase, empecemos para que pueda irse antes.
—Si.
Catherine uso un tono de voz algo diferente que cuando estaba hablando que Hongbin, fue algo que Leo pudo notar, pero no le tomó importancia. Sólo importaba enseñarle a cantar.
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That's my all [HongBin/Jackson] (TERMINADA)
Teen FictionCatherine Park es la hija del empresario Park Jung Min, dueño de la mitad de las empresas más importantes de Corea del Sur, es la hija perfecta. Elegante, refinada, inteligente, cabello perfecto, cuerpo perfecto, todo lo que una chica desearía...