Todo Por Mi Hermana

Capítulo 1

Me levanté de la cama y me dirigí al baño como todos los días. Es como una especie de rutina para mi, levantarme ir al baño, mirarme al espejo y hablar con mi hermana.

  -¿Qué tal has dormido hoy Lu?
  -Seguro que mejor que tú- La miro y veo esa bonita sonrisa que me hace seguir viviendo.
  -Eso no lo dudes.
  -Pronto podras dormir en paz, te lo aseguro, aunque sea lo ultimo que haga.
  -Eso llevas diciendo todas las mañanas durante dos años, ¿no te cansas de incumplir lo que dices?
  No se que responderla asi que espero a que ella interrumpa el silencio que se ha creado.
  -Yo si me canso de escucharte decir siempre lo mismo Lu, yo tengo ganas de poder dormir como tu, tengo ganas de sentirme bien, tengo ganas de que me dejen irme.

  Miro a Olivia y veo como su sonrisa se borra de inmediato y se cambia su expresion entera por completo. Esta triste. No quiero verla triste como todos los días, quiero que sea feliz, y pueda dormir.
  Miro al espejo fijamente con una mirada de rabia igual que la de un perro cuando lo molestas y te ladra.

  -Se acabó Olivia, estoy harta, te juro, que aunque sea lo ultimo que haga tu vas a dormir en paz.-  digo a la vez que pongo la mano en el espejo.
  -Eso espero hermana.
  Olivia pone su mano en su parte del espejo y la junta con la mia. Separamos las manos y Olivia desaparece lentamente mientras yo la observo.

  Me dirigo a mi habitación me visto y bajo a despedirme de mi madre, que está tumbada en el sofá con su bote de antidepresivos en la mano.
  -Mamá me voy a clase.
  No obtengo respuesta por su parte así que me voy y cierro la puerta con llave.
  Desde que murió mi hermana mi madre no ha vuelto a ser la misma, mi padre desapareció sin decir adiós, y nos tocó salir adelanté sin él.
  La policía estuvo investigando el caso de mi hermana durante dos años, y se supone que todavía continúan, pero ya no obtenemos nuevas notificaciones ni nuevas hipótesis sobre quiénes puedieron ser los asesinos de Olivia. Tenían dos opciones.
   La primera es que al volver sola a casa tres encapuchados la asaltaron, la secuestraron y se la llevaron a la lavanderia abandonada donde fue encontrada dos días después de que muriera. Fue torturada, por lo que la policía barajó la opción de que Olivia tuviera algún tipo de información que los asesinos querían.
   La segunda es que fue símplemente por diversión.
   Con las pocas pruebas que encontró la policía, se descartó la segunda hipótesis de inmediato.
   Mi hermana estaba saliendo con un chico llamado Víctor el cual estaba metido en unos temas de tráfico de drogas, lo que influyó en la muerte de mi hermana más de lo que los dos se esperaban. O eso dice la policía.

   El problema es que los asesinos siguen sueltos y mi hermana se me aparece en el espejo de mi baño pidiéndome que los encuentre y mate yo misma. Esa parte es graciosa, ya que la primera vez que la vi en el espejo fue el día de su funeral, vi como la enterraban bajo tierra, y al encontrar su rostro en mi espejo y contarselo a mi madre me hicieron ir a un psicólogo, yo acepté ya que tampoco veía normal que mi hermana se me apareciera en el espejo, y no porque no creyera en los espíritus, si no porque ella murió en la lavanderia, no en casa. Asique cuando llegué el primer día al psicólogo le pregunté porque se me aparecía en casa si ese no era el lugar de su muerte. No obtuve la respuesta que me esperaba oir, me dijo que podría ser porque cuando el espíritu de una persona no es limpió o tiene cuentas pendientes se queda entre nosotros, entre los vivos, y piden ayuda para poder irse en paz. Yo pensé que simplemente me diria que estaba afectada por la reciente muerte de Olivia y que se me pasaría, pero resultó entenderme a la perfección.

   Pero ahora me toca a mí investiagar por mi cuenta. Yo puedo, yo conseguiré que duerma en paz, que pueda irse tranquila, y lo conseguiré me cueste lo que me cueste