Casquette Girl

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Después de que ElIjah se fuera de la habitación se metió en la cama pensando en el beso que le había dado metiéndola en un sueño profundo en el cual nadie era capaz de despertarla ni siquiera un terremoto lo lograría. De mientras abajo, el honorable fue ha hablar con su hermano que parecía haber cambiado de idea en unas cuantas horas porque hacía no muy poco les había hecho una visita pidiendo explicaciones de porque no se aparataron en el asunto de los lobos. Después de la conversación subió a la habitación y se encontró a Lily durmiendo profundamente, le recordaba a esos momentos en el que se puede decir que el era feliz a su lado pero su comportamiento y su poca humanidad le hizo ver a ella que clase de persona era. Podía despertarla para hecharle también el sermón pero optó por tumbarse en la cama a su lado y mirarla como dormía, observar cada facción suya, tocarla y acariciarla, es decir, hacer lo que no podía cuando estaba despierta.

Al día siguiente todo Nueva Orleans estaba decorado y por sus calles ya caminaban desde temprano mujeres enfundadas en vestidos de novias algunas incluso con un toque sobrenatural. Era el día de las Chicas Casquette y la ciudad lo celebraba a su manera cada año. Esa festividad le hacía recordar su llegada y sobre todo como las mujeres con suficiente valor lucharon por ellas mismas demostrando que no necesitaban a un hombre en su vida. Esa fiesta en realidad era en honor a Rebekah y a mujeres como ellas que se enfrentaron a la sociedad de aquel entonces. Cada año no sabía si agradecerle a la rubia por haberla salvado o odiarla por haberlo hecho, quien sabe cual hubiera sido su destino si la vampira no las hubiera salvado pero ella en el fondo siempre supo que hubiera ocurrido. Como todos los años ella celebraba la fiesta por todo lo alto pero ese año se podía decir que era una excepción.

En la mañana el híbrido veía entrar a sus dos hermanos en la mansión, durante la charla de los dos hermanos estos dos exiliados fueron bienvenidos a esta casa. Después de saludarse Klaus fue al sótano de la casa, allí yacían sus dos hermanos Fin y Kol además se encontraba algunos objetos y alguna ropa antigua que se había guardado en el armario: había vestidos que una vez Lily había vestido durante el siglo XVIII, XIX y durante el siglo pasado. El armario era enorme al igual que algunas cajas que había y que contenían más ropa. Rebusca por todo el armario un vestido para ese día que Lily pudiera usar, estaba el vestido de novia que había usado pero no iba a pedirle que se vistiera un vestido tan voluminoso y que saltaría a la vista pero había uno que si se vestiría, no era de boda pero tenía un parecido. Un vestido de color beige claro, de escote corazón y bardot de encaje que recorría todo el vestido y que hacía las mangas largas. Lo saca con cuidado del armario y lo lleva con el a la habitación donde lo posa sobre la cama para después despertar a la mujer.

-¡Buenos días Genevieve! - dice mientras da un fuerte aplauso que hace que la morena se levante de la cama de un golpe y la desoriente ante aquel despertar- Feliz día de las chicas casquette, mi reina.

Ella lo mira sin creerse lo que estaba diciendo, obviamente el estaba disfrutando del momento pero ella no lo hacía porque estaba durmiendo sumida en un maravilloso sueño. Por el rabillo algo beige capta su atención, era el vestido que estaba por encima de la cama. Reconocía aquel trozo de tela, lo había usado una vez hace diez años en una fiesta en la casa del alcalde.

-¿Todo bien? - le pregunta al ver su cara de desconcierto pero no por el repentino despertar.

-Esperaba una regañina por tu parte.

-Si quieres oírla por mi encantado pero creo que ninguno de los dos quiere estropear este magnífico día que justamente acaba de empezar. Te dejo a solas para que te cambies - dice para acabar saliendo por la puerta mientras que ella desde la cama lo mira extrañada, sospechaba que el estaba planeando algo.

Mira al vestido, se estira para agarrarlo y lo alza en frente suyo para verlo mejor. Si, aquel vestido le traía un recuerdo de aquella fiesta no sabía si era penoso o gracioso, iba de acompañante de Marcel que decía que la fiesta iba a ser genial pero fue todo menos genial, eran aburridos al igual que la fiesta prácticamente se habló en el periódico sobre aquella fiesta que llevaba críticas negativas, ahora el alcalde celebra rara vez alguna fiesta. Se levanta y se quita la ropa y con cuidado entra dentro del vestido, camina hacia el espejo mientras que se veía reflejada en el. El vestido le quedaba como un guante marcando todas las curvas pero el problema era que tenía que subir la cremallera y ella no llegaba a hasta ella. Intenta estirarse lo que puede para  subir la cremallera que estaba ya en la mitad de la espalda.

The Casquette Girl | The Originals #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora