Respetos para un Rey

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Pronto la noche llegó y Kuroh cada vez se ponía más y más nervioso, respetaba a cada uno de los reyes, pero también le desesperaban sus subordinados, en especial dos: Fushimi Saruhiko y Yata Misaki, que parecían un perrito y un gatito que se peleaban por que uno le piso la cola al otro.... Sacó a Kotowari de su estuche y la colocó a mano, solo por si las dudas.

Dieron las seis y el timbre sonó, la puerta se abrió y ahí estaba, puntual como reloj suizo, El rey azul, el único Munakata Reisi, con la señorita Awashima Seri, vestidos de manera informal y con sendos regalos en mano, Kuroh les hizo pasar y los invito a sentarse en el sofá de la sala donde los esperaba Shiro.

-Bienvenidos a mi hogar- dijo el plateado- muchas gracias por su asistencia-

-es un honor para nosotros asistir a un evento que no tenga que ver con política o problemas entre los clanes-

Ambos reyes se sonrieron formalmente y con respeto, pero ahí, murió la plática, realmente pese a la personalidad bromista que tenía Shiro, realmente era una persona con una racionalidad impresionante y una inteligencia bastante única, Reisi iba por el mismo camino, era normal que unas mentes tan parecidas no tuvieran mucho en común, el silencio reinó en la habitación y la situación se volvía incomoda cuando el timbre se escuchó de nuevo.

En la puerta se apareció la reina del clan rojo: Kushina Anna, que había crecido para convertirse en una agraciada jovencita y hábil líder para tener en cintura al clan rojo, a su lado su segundo al mando Kusanagi Izumo

-buenas noches- dijo educadamente- los demás miembros del clan están en camino, algunos están saliendo de sus trabajos, esperan que comprendan-

El ambiente se tranquilizó un poco, y los tres reyes comenzaron a hablar de trivialidades, los segundos al mando se miraban entre ellos, sabían de antemano que sus reyes eran peculiares, y era mejor dejarlos ser.

Poco a poco el apartamento fue llenándose de rojo y azul, todo para mostrar sus respetos al primer rey y a su primogénito.

Kuro y Shiro se miraron de pronto, un tanto preocupados, Neko no había llegado, y ya era tarde, Shiro saco el PDA y mando un mensaje, todos se quedaron quietos al ver al rey un tanto preocupado, pero fue falsa alarma ya que pronto sonrió

Kuro se acercó y vio que Neko había respondido que iba a llegar tarde porque tenía que hacer en la Academia y estaban tardando, estaban todos envueltos en ese ambiente de tranquilidad cuando se escuchó una discusión afuera

-deja de seguirme maldito mono- decía uno- hace tres cuadras que me fastidias-

-tch, son ideas tuyas, mi-sa-ki- decía la otra voz- no será que tienes macartismo, oh perdón.... Olvidaba que tú no terminaste la primaria-

La pelea continuó y los gritos se hacían más fuertes, de pronto y sin que nadie lo esperase, Shiro se adelantó a Kuro que ya había sacado a Kotowari para despellejarlos, y abrió la puerta de golpe

-Ustedes dos...- dijo serio el rey plateado, usó el poder que tenía y tanto saru como yata quedaron flotando de cabeza sin poder evitarlo- aprendan y maduren- los dos chicos se quedaron callados, Shiro había hecho lo mismo que son Seri y conectó el espectro biológico de ambos al suyo temporalmente, es ahí cuando se dio cuenta de algo, un algo que cambiaba muchas cosas y que hicieron que Shiro entendiera muchas cosas, los bajo y los chicos escucharon las risas de los demás.

Ambos entraron y fueron cada uno con su respectivo rey, Izumo y Seri se acercaron a la mesa de bocadillos y en complicidad dijeron

-Hasta cuando seguiremos con la farsa, si ya todos sabemos que esos dos...- y sonrió- bueno ya sabes, hasta viven juntos-

Una simple FraseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora