2

13 1 2
                                    

Al abrir los ojos sólo puedo ver una chica de pelo oscuro, piel blanca, ojos color miel.
Ella grita, no la puedo oír pero lo sé porque puedo verla y puedo ver sus gestos, lo que nos rodea es oscuridad y sólo un minúsculo rayo de luz ilumina nuestros rostros.
Ella sigue gritando pero sus gritos no se pueden oír, es como si el sonido no existiera en este lugar. Ella comienza a mover sus manos y señalar hacia lo que hay detrás de mí.
Giro la mirada. Nada, no veo nada. Me pongo de pie y comienzo a caminar hacia ella.
Resbaló. Comienzo a caer, veo a aquella chica cada vez más lejos. Miedo, adrenalina, intento gritar, no puedo. Dejó de caer. Me encuentro en algo parecido a suelo firme, veo el reflejo de una luz en lo que parece un charco de agua. La luz sale de una grieta. Comienzo a acercarme hacia la grieta. Através de ella alcanzó s ver lo que parece un bosque. Cada vez estoy más cerca, la grieta se hace más grande, lo suficiente como para permitirme el paso.
Comienzo a caminar y entró al bosque. Veo muchos árboles cubiertos por hojas verdes, algunas plantas hermosas que jamás había visto, escuchó un sonido similar al agua cayendo. Curiosidad, razón por la cual comienzo a seguir ese sonido.
Un cascada de agua cristalina, que con algunos rayos de sol la iluminan y producen un destello de luces de colores. Un paisaje hermoso.
Me acerco a tomar agua y tras beber unos cuantos tragos, me acuesto sobre el pasto, cierro los ojos. Recuerdo a la chica que intentaba decirme algo. Cada que la recuerdo siento escalofríos. No se que quería decirme pero por su expresión debía de ser algo importante.
Abro los ojos, comienzó ver las cosas de una forma extraña, lo que antes era agua pura y cristalina ahora es agua sucia, a mi alrededor sólo veo árboles secos, niebla. Todo a cambiado, me levanto del suelo, me quedo quieto observando a mi alrededor.
«Extraño»
Una respiración agitada, la puedo sentir, algo o alguien esta detrás de mí. Me quedo quieto. No puedo moverme, el miedo me ha paralizado.
Muevo un poco la cabeza y la mirada, lo que veo no puede ser real.
Comienzo a correr, la bestia también corre tras de mí.
Todo es tan aterrador, no se como he terminado aquí.
Sigo corriendo, esa bestia de apariencia horrible cada vez esta más cerca.
Este es mi fin. Ya no aguanto más, ya no puedo correr, mi cuerpo ya no resiste y aún así continuo corriendo.
«Cada vez más cerca Jacob» -me dice una voz en mi interior.

Y LA FANTASÍA SE VUELVE REALIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora