Fiesta en Río.

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Ya era de noche y ambos Vulturis habían salido a la ciudad en busca de los dichosos neófitos, la verdad era que ambos querían acabar pronto con eso y disfrutar de unas pequeñas vacaciones.Lily quedó maravillada por la ciudad nocturna, llena de luces, música, gente alegre por todos lados. -Se te cae la baba -Dijo a modo de broma Alec, ella simplemente se colgó de su brazo derecho con fuerza-
- ¿Y que esperabas?, nunca había venido, es todo tan hermoso. ¿No lo crees?
-Si, algo...-respondió simplemente el chico.
-Realmente va a costarme sacarte de tu caparazón ¿Verdad?
-No te rindas -dijo divertido al ver la cara de frustración que ella tenía. Caminaron un buen tramo hasta que sintieron la presencia de los neófitos- están cerca.Tenemos que sacarlos de la ciudad.
-Déjame eso a mi -Ella con la punta de su collar se cortó el dedo y salió a correr, Alec comprendió la maniobra al instante, ella los iba a atraer con el aroma de su sangre y los iba a llevar lejos. A velocidad inhumana corrió detrás de su compañera, cuando llego ella estaba siendo rodeada por unos cinco vampiros, pero ninguno se movía, miró a Lily y vio que su cabello estaba literalmente en llamas, sus ojos eran de un rojo pálido a causa de su don. El aprovechó el momento y sin piedad desmembró a todos y cada uno de los neófitos.Cuando terminaron de quemar todo rastro de aquellos vampiros la pelirroja volvió a su temperatura normal.
-¿Estás bien? -preguntó el acercándose a su compañera quien asintió- Bien regresemos a casa.
-¿Que? ¿Tan pronto? -dijo haciendo un enorme puchero, Alec la maldijo de mil maneras y lenguas diferentes odiaba de sobre manera cuando ella hacía ese tipo de cosas, 400 años conociéndola y aun caía como idiota ante esos ojos de borrego degollado- quedémonos un rato mas. -ella sabía que no le costaría mucho convencer a Alec para quedarse un poco mas, así que se aferró a su camisa y estiró su puchero aun mas.
-Ya, está bien, pero deja de hacer esa cara, no la soporto -Ella a sus espaldas daba saltos de felicidad. Volvieron a la fiesta que se realizaba en plenas calles, la primera en perderse entre la multitud fue Lily quien bailaba muy animada, la gente se le quedaba viendo por el espíritu alegre que tenía. Pronto un chico muy guapo se le acerca y empieza a bailar con ella, cosa que pone de muy mal humor a Alec. Los bichitos de los celos comenzaron a picar algo fuerte, veía como la pelirroja se reía alegremente y bailaba de un lado a otro.Pero si hubo algo que le molestó mas que eso es que el intentó besarla, fácilmente ella podría mandarlo a volar pero supuestamente eran personas normales, se acercó lentamente a ellos hasta que de un ligero empujón separó a Lily del chico.
-Oye amigo, ¿que te pasa? ¿no ves que estoy ocupado con esta linda señorita? -Lily lo único que hizo fue mostrarle el dedo del medio mientras se aferraba a la espalda de Alec.
-Esta linda señorita ya no está disponible, será mejor que te apartes de ella. -Alec miró tan amenazadoramente al chico que este salió huyendo- Nos vamos....-dijo frío el castaño, tomó con fuerza la muñeca de la pelirroja y la llevó hasta la casa. Cuando llegaron el no pudo evitar soltar su furia golpeando la pared causando una grieta-
-Alec...¿que haces? -dijo deteniéndolo- vas a tirar la casa abajo.
-Estoy molesto, déjame solo....-dijo soltándose-vete a tu cuarto.
-Pero ¿por que?
-¡VETE! -ella suspiró, jamás había visto a Alec así de enfadado, siempre era tan sereno y calmado.Llegó a su cuarto y se arrojó a la cama, tenía ganas de llorar pero no lo hizo. Minutos después el entra con cuidado a su cuarto -Lily, ¿Estás despierta?-Ella se dio la vuelta y lo miró, el se acercó y se sentó a su lado-Lamento haber reaccionado así, pero es que estaba tan enojado...perdón.
-Te perdonare con una condición.
-¿Que no puedes simplemente perdonarme?
-No, tienes que decirme que te hice para que estuvieras así de enojado. Se que mi presencia te molesta pero no pensé que era para tanto.
-No, no, tu no tienes nada que ver...es que me molestó mucho que ese chico estuviera bailado contigo. -Ella se acercó a el se sopetón chocando sus narices-
-¿Estabas....celoso?
-No...Solo te digo que me molestó su falta de educación, si te rechazan debes aceptarlo, no debes de seguir buscando algo que nunca obtendrás -Ninguno de los dos dijo nada después de eso, es como si lo que había dicho Alec hubiera sido para ellos mismo.
-Entonces, si otra chica hubiera estado en mi situación..¿hubieras reaccionado de igual manera?
-Será mejor que duermas ya es tarde..-dijo el tratando de evadir el tema, se encaminó rápidamente a la puerta cuando ella lo detuvo.
-Contéstame Alec...¿hubieras reaccionado de igual manera? -El la miró por un momento-
-Con un demonio, ¡no!, no reaccionaría igual porque no me interesa nadie que no seas tu! -dijo sujetando el rostro de ella entre sus frías manos, sus respiraciones estaban agitadas- si, lo admito me morí de celos al verte con ese infeliz, no quiero que te vuelvas a acercar a ningún extraño de nuevo...¿entendido? -Si las circunstancias hubieran sido otras, ella lo hubiera mandado bien lejos por estúpido y controlador, pero la realidad era que se derritió ante tal confesión.
-No lo haré...-dijo ella acariciando el rostro del vampiro con delicadeza, al ver que estaban a pocos centímetros, el se separó de ella con gran dificultad. Ella sintió un enorme vacío-
-Duerme...-Antes de irse el le besó la frente. Cuando estuvo totalmente sola se cayó de senton en el suelo con la mirada perdida, no se esperó nada de eso, una luz de esperanza comenzó a nacer dentro de ella, tal vez, solo tal vez Alec si sentía algo por ella.
-Ay dios, tengo que dormir eso es totalmente imposible....-dijo cubriéndose con las sabanas, suspiró y apagó el velador, cerró los ojos y cayó profundamente dormida.

La historia de amor de Lily VulturiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora