Sullett Wells

105 5 0
                                    

A veces las cosas no salen como debe de ser, a veces cometemos errores sin pensarlo yo por ejemplo Sullett Wells sigo siendo una joven de 17 años viviendo en Inglaterra sola con mi padre y aunque sea algo joven, eso no quita que en mi vientre este creciendo una criatura.

Ya son seis meses, pensé seis largos meses de esperarlo a él.

-Alfonse- murmure mientras caminaba por las húmedas calles del centro de Inglaterra -184 días, 4416 horas, exactamente desde que lo mire por última vez- una lágrima rodo por mi mejilla recordando esos tiempos. El primer beso, la primera cita, la primera sonrisa. Todos esos días felices se habían ido y ahora yo me encargaba de caminar todas las noches, los 365 días del año, a la estación de tren, esperando su regreso. Alfonse mi primer amor, la despedida fue hermosa y a la vez tan vaga y solitaria, me dejaste un recuerdo que está creciendo cada día más, dijiste que ibas a volver, solo 3 meses todavía lo recuerdo. -¿No me mentiste verdad?- Las lágrimas seguían saliendo como todas las noches a la misma hora.

Llegue a la estación de tren, solo 6 meses han pasado pero parece como si hubieran pasado 5 años. La madera del piso estaba desgastada y las vías del tren oxidadas. Me dirigí a uno de los asientos de espera, le quite un poco de polvo y me senté, las mismas acciones que hacia todos los días. Ese mismo asiento ese en el que llore hasta dormir ese último día en que lo vi, de solo recordarlo mi vientre daba vueltas.

El día era algo frio y solitario, pero cuando menos pensé la estación estaba llena de personas todas esperando a sus familiares, ya no me sentía tan sola, el último tren del día se aproximaba a la cera, las puertas se abrieron y bruscamente un sinfín de personas salieron. Me puse de puntillas tratando de encontrarlo a él su cabello rojizo y su sonrisa que enamoraba, sabía que esta vez sí llegaría, sabía muy dentro de mí que él no era un mentiroso yo lo sabía. De pronto una gran mano me toco el hombro, fue entonces cuando un escalofrió corrió por todo mi cuerpo haciendo que mi piernas temblaran.

-¿Alfonse?- dije con un voz tan frágil y delgada que anunciaba la salida del llanto, ya no podía aguantarlo más, habían pasado 6 largos meses sin saber de él, ni una sola llamada, ni un solo mensaje, NADA –Por fin viniste te estuve esperando todo este tiempo, dijiste 3 meses, ¿tuviste algún problema?, ¿Pasa algo?, tengo que contarte muchas cosas, te tengo una gran sorpresa- Di una vuelta y sin siquiera mirarlo me aferre a él, lo abrase como nunca lo había abrazado, levante mis ojos celestes esperando encontrarme con sus ojos marrón y su hermoso cabello, pero…

-Creo que me has confundido, mi nombre es William Clawson- dijo apartando mis brazos de su torso –y no conozco a ningún Alfonse, de verdad lo siento- Me miro con pena –Ya es algo tarde, no deberías de estar por aquí- quiso cambiar de conversación

-Espero a mi novio- Dije con las pupilas dilatadas.

-Sí, eso es lo que parece, pero creo que ya no llegara deberías de volver a tu casa- era cierto la estación estaba cada vez más vacía, no salía nadie más del tren. –Si quieres te llevo

-No, gracias- Respondí un poco asustada

-¿Dónde vives?

-Vivo en Nort West, es mejor que no me acompañes, está un poco lejos de aquí

-Con más razón te acompañare- Dijo jalándome del brazo

-Dije que no- Lo desafié con la mirada

-Los adolescentes no me van a ganar- una sonrisilla se alzó en su rostro

-Tú también eres un adolescente- Bufe

-Para tu información tengo 23 años, ya no soy considerado un adolescente- Respondió con una seriedad insuperable

Mascaras de perfecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora