Mascaras de perfección

Primer día

“4 de la madrugada” genial de nuevo no puedo dormir, hoy empieza mi vida en una nueva escuela, y las tontas preguntas invaden mi mente ¿Qué tan diferente será aquí a España? ¿Cómo serán mis nuevos compañeros? ¿Esta vez sí conseguiré amigos? ¿Y el amor como me ira? Muchas preguntas para mi pequeña mente, faltan 2 horas para que sea hora de levantarme, pero es muy obvio ya no podre dormir

Me paro de la cama y me pongo mis pantuflas rosadas que quedan perfectamente con mi pijama, supongo que levantarme mucho más temprano de lo normal me ayudara a ir súper linda el primer día de clases, camino hacia el baño de mi habitación, que no queda más lejos de 5 pasos de mi cama. Lavo mi cara y me miro lentamente al espejo ¿A quién engañaría? Como me miraría más linda con las ojeras que tengo en mi cara. Me siento en el piso del baño recostando mi cabeza en mis rodillas siento algunas lágrimas salir por mis ojos sin razón alguna, creo que es frustración, en realidad pensé que podría verme mejor y aquí es donde me doy cuenta que en realidad si soy una típica adolescente. Me paro del suelo y pongo a llenar la tina con agua fría, cuando está lo suficientemente llena me meto con todo y ropa, ahora mismo parezco la típica chica suicida de las películas, claro si quitara mi pijama rosada.

Ya son las 5 de la mañana subo mi falda por mis caderas viendo cuidadosamente mi figura desnuda, no soy una chica lo suficientemente apetitosa, pienso, mi vientre es plano con una chica cintura mis pechos son normales según mi punto de vista pero según me ha dicho Austin parecen de una chica de 13 años, claro me importa poco su opinión pero enserio eso me a traumado, después de ponerme el uniforme completo, lo observo por un momento, creo que si me favorece un poco, una falda cuadrada azul, es algo corta pero creo que eso hace resaltar mis piernas, lo único de mi cuerpo que me gusta, claro no son largas y hermosas como las de Evelyn, la amiga de Austin, pero mis piernas tienen ese no sé qué me gusta. Un suéter azul marino con el logo de la escuela, algo que no me hace ver tan plana, pienso que todo está bien

Desenredo mi cabello rojizo, lo dejo suelto, aplico un poco de polvo sobre mis ojeras y creo que ya no se notan tanto, plancho  mi cabello haciendo bucles en las puntas, y creo que ya todo está perfecto, la depresión de hace un momento se ha ido, miro la hora “6:04” podre desayunar tranquilamente

Tomaba mi licuado de fresa nerviosamente, mientras miraba bajar a Nate y Austin por las escaleras, luciendo unos hermosos uniformes, el pantalón era  color kaki, un bonito saco color azul y una corbata que los hacia lucir formales, claro que al ver los risos despeinados de Nate y esa cara de chico malo de Austin se les quitaba toda la formalidad.

-Scarlett vámonos – Austin me hizo una seña con la mano mientras tomaba las mismas llaves del auto de ayer

El auto iba a toda velocidad y yo trataba de cerrar la ventanilla para no despeinarme pero me era imposible, había demasiado viento. Al fin pudimos visualizar la escuela después de 10 minutos de viaje;   Un alto edificio después de un gran campus verde, sin duda una escuela de riquillos.

Bajamos del automóvil rojo, caminando junto a Austin y parecíamos tener los ojos de todos clavados en nosotros, no me extrañaba Austin y Nate son las personas que llaman la atención muy seguido. Austin nos guio hasta la sala del director, y luego se despidió lentamente con la mano deseándonos suerte.

El director; un viejo canoso y un poco subido de peso nos guio rápidamente hasta nuestro salón de clases, algo que me pareció extraño ya que pensé que al menos perderíamos un poco de clases; parecían estar en clase de algebra, todos sentados correctamente y poniendo atención, bueno eso creí a primera vista pero luego me percate que algunos de ellos dormían o escondían su celular por debajo de la mesa. Y como al igual que Austin el director nos abandonó dejándonos con el maestro de la materia