Prologo

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La Isla de Banoi era la mas hermosa de todas en Australia, la mejor para pasar unas buenas vacaciones , estaba justo a lado de Papúa Nueva Guinea, es un paraíso salvaje e indomable, prácticamente sin tocar por las civilizaciones modernas. Desde los exuberantes bosques tropicales hasta las tierras altas de montaña a las playas de arena blanca, Banoi es considerada la perla del archipiélago oceánico. Para muchos, es el Cielo en la Tierra - un lugar tranquilo y de gran belleza, donde los viajeros pueden dejar las preocupaciones y cuidados del mundo detrás... hasta el día de hoy.
Después una larga fiesta que pase anoche, desperté muy cansado en la recamara, una recamara al estilo moderno y con algunas cosas de la cultura de Banoi, como mascaras y plantas del lugar.
Me metí a la ducha para darme un buen baño para poder despertar, pero al bañarme escuche un grito por el pasillo, me cambie de ropa y agarre la linterna, me asome por la puerta para ver lo que pasaba, voltee hacia la derecha y vi muchas maletas y mochilas tiradas, voltee hacia la izquierda y vi que la puerta del vecino estaba completamente abierta.

Fui a ver si estaban bien, pero al entrar vi a la pareja de recién casados muertos agarrados de la mano, fue algo conmovedor y terrorífico a la vez.
Mi instinto de supervivencia reacciono y agarre una mochila de las que tenían en ese cuarto para saquear todo lo que podía ser útil en un futuro, me tuve que ir de la recamara hacia el pasillo lleno de maletas, era algo perturbador, ya que las luces parpadeaban muy seguido, a la mitad del pasillo habían una montaña de maletas y mochilas que no te dejaban pasar, tuve que entrar por una de las recamaras para poder darle la vuelta.
Esa habitación estaba completamente oscura, así que tuve que encender la linterna, al verla un poco mejor, las paredes estaban llenas con marcas de manos sangrientas, la cama toda destrozada, y cristales en el piso donde si no tenia cuidado me iba a cortar, había una puerta que estaba cerrada, así que tuve que derribar a esta.
Pase a otra habitación que estaba igual que la anterior, solo que en esta si estaba bien iluminada la recamara.
Al acabar de darle la vuelta a las maletas que estorbaban, encontré lo que buscaba: Las escaleras de emergencia.
Inmediatamente fui a ver si podía pasar por ella pero esta estaba atorada, así que no tuve de otra que encontrar el ascensor. Tuve que pasar por un pasillo donde habían totems gigantes de un color café claro, y unas pinturas abstractas que si te las quedabas viendo te daban un poco de miedo, también como unas mini palmas que estaban al final de este corredor.

Al final de este pasaje, me encontraba en un patio con la vista hacia al mar y la ciudad, que en un día normal se viera bien, pero de pronto cayeron dos personas del piso de arriba, así que por lógica me espante.
En ese mismo patio estaba el ascensor, estaba la puerta abierta de este pero estaba en el piso de abajo, así que, tuve que abrir la trampilla que estaba arriba de este y entre a la cabina del ascensor. Cuando entre, este se le empezó a romper las cuerdas que lo sostenían y cayo un poco mas de 10 pisos y de pronto se detuvo.
En un lapso de unos 5 segundos estaba en el suelo con dolor muy fuerte en la espalda y en el tórax, cuando encontré a una mujer rubia con bikini.

-¡Ayuda!-Le grite con un dolor muy grande.
No me respondió, pero volteo muy rápido con una cara de rabia y como la de un perro cuando ve un pedazo de carne, con la piel toda pálida y con las venas muy saltadas, no tardo en reaccionar y corrió hacia mi, no pude hacer nada, pero, con un milagro de dios, el ascensor cayo un piso mas.
-Te veo a través de la cámara.-Me lo dice una voz que salia de la cámara-¿Te encuentras bien? ¿no tienes temblores? ¿fiebre? ¿escalofríos? Bien. Me presentare luego. Ahora tenemos que sacarte de aquí. Haz lo que yo te digo, ¿vale? Tendrás que confiar en mi. Primero tendrás que hacerte de un arma. Busca en el almacén de mantenimiento, al final del pasillo. Yo que tu me movería. ¡Vamos!

No tenia de otra que hacerle caso a esa voz que salio de la cámara. Me agache un poco para poder salir de la cabina del ascensor, y llegue a un patio igual al anterior, solo que este tenia mucha, pero muchísima sangre. Y al igual que antes, había un pasillo con el mismo totem, recuadro y minipalmas, solo que me puse a reflexionar cuando vi un oso de peluche lleno de sangre, lo primero que pensé es que era de un niño o niña que murió a manos de alguien y fue cuando vi a dos cuerpos tirados en una parte de ese pasillo con la luces parpadeando, con los órganos y huesos hacia afuera, lo primero que hice al ver eso fue mas que vomitar, en otro de los pasadizos que tuve que pasar había unas personas que se veían a los lejos pero de pronto voltearon hacia mi y gritaron.
-¡Son los infectados! ¡Corre! ¡Ve al almacén!-Me lo dijo la misma voz que escuche en el ascensor por medio de otra cámara, gritándome con una preocupación.
No dude en hacerle caso, di media vuelta y huí de los "infectados"
-¡Solo un poco mas!-Me dijo la voz.

Llegue al almacén y no cerré lo mas rápido que pude la puerta de este pero alguien me golpeo, caí en seco pero deliraba por ese mismo golpe cuando llegue a ver dos hombres que me estaban ayudando, uno tenia camisa de salvavidas, era moreno, con un tatuaje de tribal en el rostro, el otro un señor un poco mas viejo, con un sombrero azul, barba castaña, con camisa de vestir, después de eso caí tendido...
-El socorrista dijo que no. ¡Ya oíste sus palabras!-Dijo un tipo.
-¿Es que acaso no escuchas lo que esta pasando ahí fuera? ¡¿QUIERES UNO AQUÍ ADENTRO?!-Lo dijo otro tipo-¡Allá voy!-Dijo con un bate sobre mi rostro.

-¡No! ¡Oh, mierda, se ha movido!-Dijo otro tipo con despreocupación. 

-¡Te lo he dicho joder!-Dijo el tipo con el bate.
-¡Alto espera!-Dijo el tipo que me vio moverme.
-¿Eh? ¿me oyes? ¿Entiendes lo que te estoy diciendo?-Me lo pregunta el tipo del bate con dudas- Asiente con la cabeza. ¡Asiente con la cabeza, joder! No te lo volveré a preguntar...
No hay que ser un genio para responder, obvio asenté.
-Gracias a dios...-Dijo el tipo del bate aliviado- Soy medico, no un puto verdugo.

-Santa Maria, Madre de Dios...¿Sabes lo cerca que estuvimos de aplastarte la cabeza?
Me pare de inmediatamente y me di cuenta que estábamos en un bungalow.
-Vuelvo, iré al baño hacer mis necesidades-Les dije mintiéndoles
Fui lo mas rápido posible para vomitar.
-No debí hacerle caso a Sinamoi-Dijo un tipo que estaba sentado cerca del baño.
Me puse a pensar lo que estaba pasando pero por mas que trate de entender con lógica nunca llegue a pensar que la gente se volvió a lo que nosotros conocemos como zombi 
Salí con todo el asco del mundo cuando vi a una chica sentada en el suelo rezando por salvarse, la verdad me dio pena, supuse que había perdido a toda su familia.
Me pase a la sala donde estaban un chico y una chica discutiendo.
-¿Por que no le ayuda nadie? ¡No podemos dejar que muera ahí fuera! Te salvo la vida. Le debes la vida-Me dijo una chica.

 Yo soy un hombre tramposo, pero si se trata de devolverle el favor a alguien con gusto lo hago así que me dirige hacia la puerta.
-¿Vas a salir? ¿Has perdido la cabeza?-Me dijo el chico irónicamente agarrándome la mano.
-Si no vas a ayudar, quítate del medio-Dijo la chica enfadada por su cobardía.
-¿Tienes un arma al menos?-Me dijo el chico-Tienes que encontrar un arma...
Tenia sentido, si no iba armado no podía matar a los infectados, así que voltee y vi un remo.
-No durara mucho, pero servirá.-Me dije a mismo en mi mente
-Vale, pero esto es una puta locura-Dijo el chico con preocupación-A las tres...Uno, dos...¡joder, tres!
Todos los que estaban ahí se alejaron de la puerta, salí y no tardaron en cerrarle, mi reacción fue de miedo cuando vi que cuatro de ellos estaban atacando al tal Sinamoi, pero por la espalda uno de ellos me golpeo por la espalda y caí hacia la arena de la playa, fue cuando saque una furia dentro de mi que nunca había visto, agarre el remo y empece a destrozarle los cráneos a los infectados, pero con uno de los golpes que di con el remo hiso que este se rompiera, fue cuando vi un palo encajado en el estomago de uno de los infectados que había matada Sinamoi, Que daban dos mas, uno arriba de Sinamoi y otro que estaba adelante de este palo, mi instinto dijo que tenia que correr, así que lo hice, corrí hacia el palo, lo saque y en la cabeza le di al infectado, este, con la fuerza del golpe, quedo sin vida, y Sinamoi al igual que yo también mato al que estaba arriba de el.
Nos quedamos viendo, por si las dudas, si uno estaba con vida, cuando de pronto se levanto uno atrás de mi, pero no tardo Sinamoi en sacar uno de los cuchillos que traía y tirárselo hacia el cráneo.
 -¿Es el ultimo?-Dijo Sinamoi en forma de gracia-Esta bien...Gracias por la ayuda.
Nos metimos al bungalow y lo único que hice fue...sonreír.
Sinamoi se había sentado junto al radio, para ver si le respondía "la voz" que me salvo en el hotel de la isla, pero no respondía.
-¿Estas ahí? ¿hola? ¿me oyes? Mierda... ¿hola?-Dijo "la voz" ya con tardanza.
-Nos acaban de atacar...-Dijo Sinamoi con preocupación- Oye, tu amigo del hotel esta despierto. Tenias razón con lo de que era inmune a esta cosa. De no haber sido por el, no lo estaríamos contando. Igual ahora podemos aguantar hasta que llegue la ayuda...

-¿Ayuda? ¡No hay ayuda! Es imposible parar esta cosa.-Dijo "la voz" con enojo- Vi como se llevaban a mi esposa. Tienes que salir de ahí, puedo ayudarte. Puedo organizar el transporte...¡Por aire! ¡Por mar! Pero primero tienes que llegar hasta aquí. ¡A mi!
-Tengo mogollón de enfermos y heridos aquí, colega. Están muertos de miedo, dime donde estas...¿Donde estas?...¿Eres tu, colega? ¡Hola! ¿HOLA? Me cago en....-Dijo Sinamoi con enfado y ansiedad.











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