La Soledad (El Diario De Lucy)

Capitulo 4: Adiós vida social, hola soledad.

Ya adivinarán que mi vida no ha cambiado desde que empeoró (y no solo hablo de mi relación con Dilan), pero hubo algo que me alegró y yo se los contaré.

Estaba en la clase de lenguaje y de la nada me llegó una nota a mi puesto que decía:

"Hola, con todos los amigos vamos a tener
una junta. Hoy después de clases, en el
gimnasio.

Te esperamos.
Ámbar."

Lo que no me gusto de la carta era que ya no decía "te quiere Ámbar", pero al menos tal vez todo puede volver a la normalidad, en el tema de la amistad, claro.

Después de clases fui al gimnasio como lo acordado.

Al entrar, todos mis amigos me miraron de forma extraña, yo avance como si no me incomodara, y me senté en una de las sillas vacías que habían colocado formando una circunferencia.

Ámbar empezó a hablar diciendo:
-muy bien ya que nuestra invitada de honor a llegado es hora de empezar- dijo Ámbar- vamos a decir cosas positivas de Lucy, yo empiezo, Lucy tienes un estilo genial.
-gracias- le dije.
-yo sigo- dijo una de mis amigas- eres educada.
-te gusta que todo este en su lugar- dijo otra.
-eres hermosa- dijo otra

Y así continuaron todas.

Luego de escucharlas a todas, Ámbar dijo:
-ya que nombramos las cosas positivas de Lucy, es hora de las negativas, yo empiezo, no sabes escuchar.
- no te esfuerzas- dijo una.
-Amenazas a la gente para obtener lo que quieres- dijo otra.
-eres egoísta- dijo otra.

Mientras escuchaba lo que decían, sentía que mi alma se desgarraba por dentro. No pensé que pensaban todas esas cosas negativas sobre mi.

Luego de escuchar a todas, yo le pregunte a Ámbar:
-¿qué es todo esto?¿por qué tengo que escuchar todo esto?
-porque fui al baño un día y una chica me pregunto por qué estaba junto a ti, y yo le respondí que contigo puedo ser popular, y ella me dijo que prefería estar con verdaderas amigas, los que te aprecian y te valoran por lo que eres. Les dije eso a las demás chicas y por eso nos alejamos de ti- dijo Ámbar.
-¡no!¡ustedes deben quedarse conmigo!- dije enojada.
-¿así? Nos tratas mal, no recuerdas nuestros nombres y ¿quieres que nos quedemos?¿al menos sabes cual es mi nombre?- dijo una del grupo.
-claro, tu te llamas Julieta.
-pues fallaste, yo me llamo Ana.
-hay, bueno se me olvido una vez- dije para tratar de solucionarlo.
-te lo e dicho millones de veces,¿sabes qué?, mejor no sigo perdiendo el tiempo, vámonos chicas.

En ese instante todas se fueron, excepto Ámbar que me dijo:
-yo sabia que acabaría mal, pero yo quería ver si tu cambiabas, pero al parecer me equivoqué.

Entonces ahí se marchó.

Me fui a casa con muchísima tristeza.

No quería ver a nadie, ni a mis padres. Llegué a casa y me encerré en mi habitación y no bajé hasta que llegó la hora de la cena.

¿Por qué la vida era cruel? Me preguntaba en la cena.

Ya no se lo que pasará adelante, así que me decía a mi misma: "paciencia, sé que algún día volveré a ser feliz, solo hay que esperar un tiempo más".