Prefacio.

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— DRAKE  —

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— DRAKE  

Han pasado meses, el tiempo no se ha detenido a pesar de que le he suplicado que deje de moverse, las noches se deslizan entre mis dedos, danzan con los días aplastándome, Angela se ha ido, su presencia ahora es solo humo, crueles recuerdos que cada vez se hacen más ligeros... suaves como la bruma.

Hemos buscado por todas partes, recogiendo pistas que nos ilusionan, pero que terminan siendo simples migajas, tristes piezas sin lugar. Alan trata de encontrar un camino que nos guíe correctamente, a veces puedo ver como su cordura comienza a desmoronarse ante el miedo que lo atormenta, Lucinda no deja de hacer preguntas, negándose a dejar huecos en su pequeña cabeza, Silver no deja de ver al cielo, como si en cualquier momento Angela pudiera bajar de entre las nubes dispuesta a hacerle una broma. Todos estamos agotados, asfixiados por la desoladora preocupación.

Y Josten... Josten es el peor, fingiendo calma, una serenidad afilada.

Esta tan agotado como yo, estoy seguro, ambos recibimos nuestros recuerdos uno por uno, ahogándonos en las nuevas emociones que acarrea el pasado, una niñez llena de confidencialidad, una vida que nos une con fuerza, momentos que me hacen querer protegerlo como cuando era un niño al que le aterrorizaban los rincones oscuros, ahora lo veo...

Veo en él a mi pequeño hermano.

Esta enloqueciéndome.

Ahora lo siento tan cerca que a veces me cuesta verlo a los ojos, no necesito mirarlo mucho tiempo para saber cuáles serán sus reacciones, siento que lo conozco como a la palma de mi mano, puedo anticipar a la perfección sus movimientos, lo veo, lo reconozco y no puedo recordar cómo fue todo antes de esto.

Cierro los ojos y repito todos los acontecimientos recientes para distraerme. Recuerdo a Josten hablándonos de nuestra más reciente opción.

Días después de la última pista inservible, Josten hablo de un demonio llamado "El Mensajero" cuya leyenda dice que posee todas las respuestas a cada cuestionamiento que existe en el mundo, puesto que alguna vez tuvo la oportunidad de verlo todo. Había escuchado la historia un par de veces, El Mensajero antes fue un ángel que rompió las reglas que nos rigen y cayó en manos de la oscuridad.

La idea de Josten es todo lo que tenemos. Tristemente, solo tenemos una leyenda.

—Nos ayudará —en medio de la calle oscura, la silueta de Josten se hace visible, su ropa esta empapada de licor, camina lentamente hacia mí y su cuerpo actúa por sí mismo, inclinando la cabeza hacía mí.

Cuando Josten se da cuenta, rápidamente cambia de dirección y se mueve hacia Silver. El guardián está apoyado contra la pared llena de palabras sin sentido, con los brazos cruzados y la mirada plasmada en la entrada al club que desprende un asqueroso aroma a infierno.

Cenizas y podredumbre, los demonios de verdad apestan.

—¿Solo te dijo eso? Vamos Josten, estoy seguro que tienes más que eso, y a juzgar por la expresión tan jodida que tienes en la cara estoy seguro de que no es nada bueno —miro a Josten con la esperanza de que Silver este equivocado, pero conozco a Josten, mi hermano siempre aprieta los labios cuando algo lo incomoda.

Ángeles Oscuros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora