Después del último sueño desperté más tranquila, pero debo reconocerlo, estaba aterrada, aquella mujer nunca me dejaría tranquila si no la ayudaba, pero no sabía que hacer, era como un callejón sin salida, no sabía como abrir el diario y tampoco podía entender lo que ella trataba de decirme, no le tenía miedo, pero sentía la necesidad de ayudarla, como si ella estuviera sufriendo.
Traté de sacar todo eso de mi memoria, traté de pensar que simplemente me estaba volviendo loca de aburrimiento y sólo necesitaba salir más, así que llamé a mis amigas y salimos a comer un helado, al principio todo estuvo bien, hablamos un rato sobre chicos y cosas por el estilo; era una tarde normal... para mis amigas, porque yo no paraba de ver la sombra de una mujer que me perseguía, aunque trataba de mostrar normalidad, mis amigas se dieron cuenta de que yo no estaba bien.
-Oye, ¿puedes decirnos de una vez que es lo que te pasa?.
-No es nada chicas, sólo que pensé que había visto alguien que hace mucho no veía, pero me equivoqué.
-No trates de engañarnos, hace como una semana estás muy rara Carolinne, tu no eres así.
-No es nada, sólo necesito salir más de casa, mi mamá me va a volver loca.
-Sabes que eres nuestra amiga y puedes contarnos lo que sea, ¿vale?.
-Si chicas, no se preocupen, todo está bien.
-Vaaale- respondieron todas en coro-.
Después de comer helado y platicar un poco, cada una se despidió y yo fui a la parada del bus a esperar el mío, estaba muy nublado y tenía ganas de llover, así que saqué mi abrigo y me lo puse, no se por qué, pero todas las personas me miraban raro, y al parecer yo era la única que estaba abrigada, el resto de personas estaban tranquilas como en un día de sol, no les puse cuidado y subí al bus que en ese momento pasó.
Durante todo el transcurso, sentí muchísimo frío, era como si estuviera en una nevera, pero yo era la única, no pensé que estuviera enferma ya que obviamente mi vida últimamente no era muy normal que dijéramos; me bajé del bus y seguí mi camino a casa, pero cuando llegue y abrí la puerta encontré una nota en el piso.
DEBES AYUDARME, TU FUISTE LA ELEGIDA, NO PUEDES HUÍR...¡TIENES QUE AYUDARME!.
En ese momento quise hacerme bolita y salir rodando, ¿en qué diablos me había metido?, si mamá se enteraba de esto diría que estoy en malos pasos o algo por el estilo, y no quería discutir con ella, así que guarde la carta y me acosté a mirar el techo en mi cama.
No paraba de pensar en como hace una semana mi vida era tan aburrida que quería algo de acción, pero joder, no hablaba de aquel tipo de acción, yo sólo pedía volverme millonaria de la noche a la mañana e irme a viajar por el mundo, eso era acción y diversión. ¡No esto! Ya no sabía cómo deshacerme de esto, tampoco podía huir porque siempre me perseguía, estaba desesperada y sola.
Entendía que no podía seguir con esto sola, pero es que sonaba tan extraño, como le dices a alguien: ¿Oye me encontré un libro que me persigue y guarda los secretos de una loca demente que vive en una cueva?, eso sonaba raro, nadie me creería, mis amigos dirían que dejara de leer y ver tantas series porque eso me estaba afectando, y mi mamá y mi abuela sólo dirían mmm ya.
Otra vez volví a entrar al blog de aquella chica, al principio no encontré nada, simplemente lo mismo de la última vez, pero algo me llamó la atención, en los comentarios un chico de nombre Daniel había comentado que había encontrado un diario como el de la descripción, dejaba sus datos y un número, en el momento pensé que sería una locura llamarlo, ¿que le diría?, -Hola, creo que también tengo un diario, ¿Cuándo nos vemos y hablamos de él?,- era estúpido, pero a la vez era la única persona que tal vez me entendería, no estaba sola al fin y al cabo.
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El mundo de Elena
Science FictionLa historia narrada por una simple humana común y corriente, que una día al salir de casa encuentra un diario abandonado cerca a la parada del bus; destino, mala suerte, no se sabe, de alguna forma ella fue la elegida, y desde el momento en que abra...